jueves, 2 de julio de 2009

La Intertoto de la Sanidad

Muchas veces cuando se han vertido críticas desde éste y otros blogs vecinos sobre algunas políticas de la Generalitat , surgen voces que cuestionan nuestras acusaciones de despilfarro y que las identifican con nuestras fobias políticas. Yo ya comenté en su día que criticar proyectos como pueden llegar a ser las Volvos, las America's Cups, las Ciudades de Luz que aparente son de beneficio para nuestra comunidad muchas veces no te granjea las simpatias de personas que ven, desde mi punto de vista equivocadamente, estas iniciativas provechosas para la promoción y desarrollo socioeconómico y a nosotros como crispados obsesionados con desprestigiar la noble labor de nuestros líderes políticos y las de aquellos que no piensan como nosotros, o resumiendo como cariñosamente acuñó Aznar: "Vamos ladrando nuestro rencor por las esquinas" .

Sin embargo, a veces surgen noticias como ésta en la que identifican a Valencia junto a Madrid y Murcia como aquellas con una atención sanitaria más deficiente y esos datos de FADSP ponen todo un poco en perspectiva. No voy a decir que me alegre de este titular porque eso me convertiría en Cristobal Montoro pero sí que creemos que refuerza lo que algunos venimos diciendo desde hace algún tiempo. Tenemos la impresión de que las prioridades de la Generalitat Valenciana no están bien definidads. Sabemos que la eficacia del funcionamiento de los servicios públicos es discreta, difusa y muy poco agradecida, los usuarios siempre se quejan, y sin duda ese óptimo funcionamiento ni vende ni reporta tanta notoriedad como el faraonismo promocional del que tanto alardea la Generalita pero esta noticia pone en evidencia que al mismo tiempo que somos la comunidad más endeudada de España, encima lo somos por las razones equivocadas y nuestro gasto no está orientado a las cosas que realmente importan.

Pero no se preocupen que ya estarán en la Generalitat pergeñando la respuesta oficial a estos datos y ya se pueden imaginar cual será: Los Valencianos son castigados por Zapatero con la menor inversión de sanidad de todo el territorio nacional o quizás tengan el morro de decir que es que aquí somos tan competitivos que con menos dinero somos capaces de ofrecer una mucho mejor asistencia. En esta terra mítica que es el Levante Feliz todo es posible.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si la cuestión más constructiva sería que se plantearan las cosas como medio para solucionar los problemas de los ciudadanos.

Quiero decir, si la Comunitat tiene unas necesidades sanitarias especiales -por ejemplo, en términos de ciudadanos comunitarios, atención a los desplazados nacionales, etc- que se pongan encima de la mesa con cifras y con seriedad.

Luego, el estado podría condicionar la transferencia de recursos a la consecución de objetivos cuantitativos y cualitativos.

A la administración central del Estado le falta esa capacidad de discreción que no asume por culpa de una mala interpretación del estado autonómico.

Así me lo aprendí yo. :D

Paolo2000 dijo...

A muchos lo que nos pone de los nervios es esa zona gris en la que se mueven las Comunidades respecto a su responsabilidad sobre sus transferencias.

Cuando los datos acompañan, alardean de gestion, cuando pintan bastos la culpa es de Mamá-Pato-Estado Central...

Elkiko dijo...

Alfredo ha tocado algo el tema que siempre ha sido la punta de lanza-escusa de la Generalitat: la antención a desplazados y/o turistas de otras autonomías cuando eso es bastante falso porque respecto a los turistas de otros paises, no sé muy bien cómo está el asunto, pero respecto a otras autonomías, si alguien de Murcia va al médico en Alicante, le tienen que hacer un papelito, por el cual el SVS (o cómo puñetas se llame ahora), le pasa la factura correspondiente al Servicio Murciano de Salud (y viceversa).

Mycroft dijo...

El problema es que no esta nada claro que destino corre el dinero que se transfiere por un concepto (sanidad) que puede acabar financiando otro muy distinto.

El dinero para a una caja común con agujeros sin fondo, contratos opacos, proyectos que son sumideros de deuda, y poca transparencia.

Así, no se resuelve pidiendo más, sino amputando los miembros podridos y clarificando a qué se destina cada partida.

El problema no son los turistas, el problema son los recortes, o las deudas cuyos intereses, condenados a pagar por los tribunales, consumen los pocos recursos que hay.