El pasado Domingo un artículo del siempre interesante Carlos Boyero incluía un parrafo estremecedor:
"Y hueles la penuria y el acojone. Y deduces que la ruptura de eso tan esperpéntico del diálogo social entre los genéticos y vocacionales depredadores que controlan el tinglado, los complacientes sindicatos (un curro a perpetuidad, tan seguro como el del funcionariado) y ese Gobierno que consintió el saqueo de los tiburones, pero que debe cuidar la apariencia de izquierdismo racional, se arreglará en breve, que los contratos basura serán la inamovible ley, que la única revolución posible, a sangre y fuego si es preciso, es la que montarán los ricos si algún zumbado con poder pretende reducirles mínimamente sus ancestrales ganancias a costa de los quejumbrosos vasallos"
¿ Alguién se acuerda cuando la burguesía y las raquíticas clases medias temían la Revolución desde abajo, desde el lumpen, desde la plebe? De hecho, la socialdemocracia y el keynesianismo que ¿disfrutamos ? hoy en día surgen como medidas para rebajar la tensión social y alejar, de forma exitosa por cierto, el peligro de la Revolución de los underclass.
Todo eso ha cambiado, como dice Boyero, ahora el miedo es que los bancos y el Capital nos lleven al apocalípsis social por falta de liquidez. ¿ Es que no vierno lo que pasó con Lehman Brothers ? El Proyecto Estragos viene avalado por la Banca. Y nos vemos obligados a convertirnos de nuevo en los no-tan-hermosos vencidos para no alimentar a esa Bestia que, si es demasiado grande para dejarla caer, posiblemente, como dijo algún avispado, es demasiado grande para dejarla existir.
"Y hueles la penuria y el acojone. Y deduces que la ruptura de eso tan esperpéntico del diálogo social entre los genéticos y vocacionales depredadores que controlan el tinglado, los complacientes sindicatos (un curro a perpetuidad, tan seguro como el del funcionariado) y ese Gobierno que consintió el saqueo de los tiburones, pero que debe cuidar la apariencia de izquierdismo racional, se arreglará en breve, que los contratos basura serán la inamovible ley, que la única revolución posible, a sangre y fuego si es preciso, es la que montarán los ricos si algún zumbado con poder pretende reducirles mínimamente sus ancestrales ganancias a costa de los quejumbrosos vasallos"
¿ Alguién se acuerda cuando la burguesía y las raquíticas clases medias temían la Revolución desde abajo, desde el lumpen, desde la plebe? De hecho, la socialdemocracia y el keynesianismo que ¿disfrutamos ? hoy en día surgen como medidas para rebajar la tensión social y alejar, de forma exitosa por cierto, el peligro de la Revolución de los underclass.
Todo eso ha cambiado, como dice Boyero, ahora el miedo es que los bancos y el Capital nos lleven al apocalípsis social por falta de liquidez. ¿ Es que no vierno lo que pasó con Lehman Brothers ? El Proyecto Estragos viene avalado por la Banca. Y nos vemos obligados a convertirnos de nuevo en los no-tan-hermosos vencidos para no alimentar a esa Bestia que, si es demasiado grande para dejarla caer, posiblemente, como dijo algún avispado, es demasiado grande para dejarla existir.
4 comentarios:
Segundo párrafo: yo si me acuerdo y el argumento esgrimido por los sindicatos y los partidos políticos de izquierdas para despertar la lucha de clases, era precisamente ese: que por tener casa, coche y un terrenito, aún no se era rico, que segúiamos siendo unos trabajadores y estábamos a merced del gran capital y que por lo tanto debíamos seguir luchando por nuestros derechos. Pero ese mensaje dejó de calar poco a poco en la sociedad que sí se creía que el estado del bienestar era ya perpétuo...
Ay el aburguesamiento... Parece que en España estamos ahora sufriendo un repentino cursillo avanzado de proletarizacion...
Para mí lo gracioso es que antes habia miedo a la Revolucion de la prole y ahora hay miedo al colapso financiero por parte de los poderosos. De esa manera los bancos nos chantajean obligandonos a financiar sus practicas ante el miedo existente a que el sistema se venga abajo...
Al fin y al cabo, señores, esto del estado del bienestar y del aburguesamiento de las clases trabajadoras ha sido un espejismo de 60 años de duración y en un rinconcito del planeta. El capitalismo de verdad ha estado siempre ahí, más o menos en la sombra, aprovechándose del keynesianismo y del fin de la lucha de clases.
Sé que es reiterativo, pero no se entiende que los estados alimenten a la misma bestia que los ha dejado tiesos. Pero, ay la lucha de clases, esa ya no existe. No volverá jamás, la sociedad de la información ha acabado con ella.
Ahora, los estados se endeudarán para prestar a los bancos, para mantener los niveles de servicios públicos de los tiempos de bonanza, las pensiones, los subsidios de desempleo, etc. Pero llegará un punto en que esto resulte inviable. Volverán con más fuerza los planes de pensiones, los fondos de inversión, la flexibilidad laboral... Volverá el capitalismo de la mano invisible y los halcones transmutarán en ave fénix.
Vivimos en un mundo sin solución.
Hoy me he levantado apocalíptico, mañana ya veremos.
Hoy me he levantado como lo hizo usted ayer... Hoy suscribo su parrafo al 100 %... A ver mañana que pasa... Aunque este fin de semana trabajo así que por seguro que el Sábado lo volveré a suscribir...
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