El segundo volumen de la saga literaria Canción de Hielo y Fuego comienza con un cometa rojo que aparece en el firmamento y que los distintos clanes y tribus de los Reinos donde están ambientados los libros lo van interpretando a su manera. Es bastante gracioso ver como cada uno le va atribuyendo diferentes significados que van desde señales ominosas de inminente catastrofe a profecías de victoria gloriosa. Una forma muy poética del autor , George Martin , de ilustrar el viejo dicho de "Cada loco con su tema".
Algo así pasa con Grecia. Cuelgan una hoz y un martillo en el Partenón y la gente ya concluye que el Capitalismo ha entrado en quiebra y que Grecia es la primera pieza de un revolucionario dominó. No es algo descartable lo de la respuesta revolucionaria pero en esta perspectiva existe a desde mi punto de vista un error de bulto en el diagnóstico.
Grecia podrá haber sido indirectamente víctima de complejos esquemas de financiación neoliberal que le han prestado dinero a espuertas pero el principal problema de Grecia se basa en un Estado sobredimensionado, corrupto e incapaz de contener una contabilidad nacional paralela en B. Grecia se desmorona en los mercados financieros porque a diferencia de otros países con deuda equivalente, ya no tiene margen de maniobra fiscal (Con un IVA del 21 % por ejemplo ) ni credibilidad para combatir el fraude. Es una crisis del Estado más que del mercado y de los capitales.
Y surge la clásica pregunta que a Rajoy le encanta responder ¿ Es similar la crisis de España a la de Grecia ? Pues no, pero realmente da igual. En Grecia el Estado se ha cortocircuitado mientras que en España el mercado se ha fundido. Ambos entes están interconectados de tal manera en ambos escenarios que las consecuencias son abismales para los dos países. Un mercado con un Estado en quiebra se desmorona y un Estado con un mercado en coma acaba por quebrarse y por extensión ambos países son un grave riesgo para la estabilidad del mercado y la moneda única. europea "Esto es así"
En definitiva el estatalismo de Portugal o Grecia es tan peligroso como la desregulación neoliberal de España, Irlanda o Islandia. Cuando el mercado financiero hacía gala de su irracional exuberancia, ambos modelos se sostenían, cuando se cierra el grifo del crédito ilimitado los dos sistemas se colapsan fruto de algo tan sencillo como es que el sector privado o el sector público se gaste lo que no es capaz de devolver. Es cierto que para que esto ocurra se necesita un mezquino y codicioso prestamista pero también un Estado, un empresario o un consumidor inconsciente e irresponsable.
Quizás es momento de dejar de lado maximalismos ideológicos sobre fantasmagoricas refundaciones del Capitalismo y/o regresos victoriosos del Socialismo a través de restaurar el concepto de responsabilidad financiera. Y esto se consigue desgraciadamente a través de una única manera en el medio plazo: encareciendo el precio del dinero, (Subida de los tipos de interés), limitando los deficits públicos por decreto ( Obligatoriedad de reducir servicios o aumentar impuestos directos e indirectos) y la introducción de tasas financieras para crear fondos de intervención y garantía. No precisamente la mejor receta para ganar unas elecciones...
En definitiva el estatalismo de Portugal o Grecia es tan peligroso como la desregulación neoliberal de España, Irlanda o Islandia. Cuando el mercado financiero hacía gala de su irracional exuberancia, ambos modelos se sostenían, cuando se cierra el grifo del crédito ilimitado los dos sistemas se colapsan fruto de algo tan sencillo como es que el sector privado o el sector público se gaste lo que no es capaz de devolver. Es cierto que para que esto ocurra se necesita un mezquino y codicioso prestamista pero también un Estado, un empresario o un consumidor inconsciente e irresponsable.
Quizás es momento de dejar de lado maximalismos ideológicos sobre fantasmagoricas refundaciones del Capitalismo y/o regresos victoriosos del Socialismo a través de restaurar el concepto de responsabilidad financiera. Y esto se consigue desgraciadamente a través de una única manera en el medio plazo: encareciendo el precio del dinero, (Subida de los tipos de interés), limitando los deficits públicos por decreto ( Obligatoriedad de reducir servicios o aumentar impuestos directos e indirectos) y la introducción de tasas financieras para crear fondos de intervención y garantía. No precisamente la mejor receta para ganar unas elecciones...
1 comentario:
Yo ya me estoy reconviertiendo a lo Glucksmann de un radical cuasi-situacionista, de una izquierda heterodoxa, a un reaccionario de un centro radical, hobbesiano, de una derecha sarkozyana (más bien del Sarkozy que se sueña a si mismo que el que es realmente) no neoliberal, no católica, no nacional-española.
No existente, en resumen.
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