martes, 5 de mayo de 2009

El ladrillazo filosofal

La Gallina Filosofal (Siempre El Roto...)

Todos conocemos el mito de la piedra filosofal que convertía todo aquello que tocaba en Oro. En España durante muchos años cegados por el ladrillo filosofal y arropados por su aura "nuncabajista" , millones de ciudadanos, empresas y empresarios decidieron de forma entusiasmada convertir todo sus recursos y capital en cemento y ladrillo con el beneplácito de unos bancos, aprendices de brujo, dispuestos a financiar esta orgía de alquimia.

El ladrillo filosofal no resultó tal y ahora vemos como son miles de ciudadanos, empresas y bancos que, a la inversa, quieren convertir su cemento en liquidez y, !sorpresa! no es posible ya que ahora simultaneamente y por la misma razón, nadie quiere convertir su capital en cemento . Es lo que tienen las burbujas...

El problema es que gran parte de nuestros activos, de capital, de nuestro PIB y si me apuran de nuestra recuperación económica se encuentras encerrados y atrapaos en cemento armado. Existe una manera de liberar estos recursos que no es otra que reconocer que esos activos estaban sobrevalorados y que todos los propietarios de inmuebles ya sean ciudadanos, empresas o entidades financieras son bastante menos ricos de los que ellos pensaban, con todas las consecuencias que eso conlleve a la hora de afrontar sus deudas . Y al final de toda esta cadena siempre estan los bancos acreedores lógicamente tan reacios a dar ese paso a fin de evitar la necesaria quiebra y reajuste de sus balances. Reconocer que gran parte de los activos que sustentan deudas y morosidad no están tasados a un precio de mercado, porque casi ni existe mercado, no es fácil.

La moraleja es evidente: deben bajar aún más los precios y comenzar a liquidarse estos activos inmobiliarios con descuentos considerables que permitan la fluidez dentro del sistema, y para conseguir eso el primer e inevitable paso es pasar a aceptar que valen menos. Nuestro sistema sanguineo de capital y financiación tiene sus conductos y venas obturados por estos activos que rebozados en cemento son tan difíciles de metabolizar. Si no conseguimos vencer y superar esta arteriosclerosis, tendremos una economía arrastrándose durante años.

El Gobierno actual no fue responsable del auge y nacimiento de la burbuja inmobiliaria pero sí de su mantenimiento y lo será de sus consecuencias si no es capaz de desactivarla. Dejarse llevar por la inercia solo supondrá una convalescencia indefinida. Esta no es una crisis del mercado laboral, por mucho que lo proclamen los liberales aunque sus efectos sean tan evidentes ahí, o fiscal, es una crisis fruto de una alucinación colectiva a la que este Gobierno debe ponerle, y ya, punto y final: ya sea con el "bad bank", ya sea liderando procesos de negociación entre bancos e inmobiliarias, las famosas "quitas", planes de rescate inmobiliario etc... Esta crisis en España tiene una mayor profundidad y requiere intervenciones que van más allá de constatar las estadísticas mensuales. Copiar lo que haga Sarkozy o Merkel u otros gobiernos de la UE no va a funcionar, estamos más cerca de Estados Unidos donde ustedes ya saben lo que han tenido que caer los precios del inmobiliario y los estallidos financieros necesarios para sanear nuestra economía.
.
La economía española está muy enferma, el paro y el deficit son la fiebre pero la enfermedad sigue siendo tratada con simple reposo y analgésicos, y la infección se va extendiendo. Ha llegado quizás el momento de solicitar bisturí, o la taladradora, y no me refiero a recortar derechos sociales, sino a extirpar los enquistamientos y la necrosis de nuestro putrefacto tejido inmobiliario.

No hay comentarios: