Si nunca he hablado mucho del guionista de cómics Mark Millar es porque siempre me ha dado algo de vergüenza haberlo descubierto de forma tan tardía y no veía de recibo ponerme a hacer proselitismo. Pero con su último cómic ya no me he podido resistir aunque quizás no tanto por su desarrollo (Que ahora les cuento) sino por lo brutal de su premisa.
Uno de los puntos fuertes de Mark Millar siempre ha sido revisar el universo de los superhéroes desde la óptica de sus relaciones con el Poder. No es de extrañar que en sus historias siempre se acabe mezclando un establishment que desconfia de los superheroes o bién intenta domarlos para que actuen bajo su control y responsabilidad. En fin, no quiero abrir simas pajeras y comparar "The Authority", "Civil War" o "The Ultimates" con "El Principe" de Maquiavelo pero su visión cruda del rol de los supuestos héroes y/o villanos sido siempre estimulante.
Su última obra "Ultimate Avengers 2 " lleva hasta las últimas consecuencias al plantear a un Gobierno norteamericano que necesita de un grupo para hacer esos trabajos sucios que los Vengadores u otros héroes con un sentido absoluto del Bién que son incapaces de hacer ya sea por la naturaleza de esas misiones o por la metodología requerida. Nick Furia (Por cierto representado como un adicto al sexo sin escrúpulos...) monta un auténtico escuadrón de la muerte, encabezados por un Castigador como especie de Capitán AntiAmérica, con la misión de parar a nada más ni nada menos que al Motorista Fantasma ( Víctima de un ritual masónico-demonólogico y que persigue al Vicepresidente de los EE.UU. para ajusticiarlo. Toma ya.
Toda una declaración de antiprincipios. Mark Millar sacude el Universo Marvel a lo bestia para descubrirnos a una serie de desequilibrados peligrosísimos bajo el mandato de un gobierno corrupto con una agenda oculta. Leyendo el cómic ( No publicado todavía en España) uno se pregunta como la Marvel, controlada por Disney, ha permitido este nivel de libertad al autor.
Aún así el cómic pese a su bienvenida brutalidad sigue sin recuperar al mejor Millar.El cómic a la postre desperdicia un excelente planteamiento para acabar presentando unos personajes desdibujados y donde al autor le pierde quizás las ganas de provocar y no tanto el cerrar un arco argumental que en sus dos primeras entregas está muy lejos del excelso nivel mostrado en otras obras capitales como fueron los primeros "The Ultimates". A ver si espabila.
Uno de los puntos fuertes de Mark Millar siempre ha sido revisar el universo de los superhéroes desde la óptica de sus relaciones con el Poder. No es de extrañar que en sus historias siempre se acabe mezclando un establishment que desconfia de los superheroes o bién intenta domarlos para que actuen bajo su control y responsabilidad. En fin, no quiero abrir simas pajeras y comparar "The Authority", "Civil War" o "The Ultimates" con "El Principe" de Maquiavelo pero su visión cruda del rol de los supuestos héroes y/o villanos sido siempre estimulante.
Su última obra "Ultimate Avengers 2 " lleva hasta las últimas consecuencias al plantear a un Gobierno norteamericano que necesita de un grupo para hacer esos trabajos sucios que los Vengadores u otros héroes con un sentido absoluto del Bién que son incapaces de hacer ya sea por la naturaleza de esas misiones o por la metodología requerida. Nick Furia (Por cierto representado como un adicto al sexo sin escrúpulos...) monta un auténtico escuadrón de la muerte, encabezados por un Castigador como especie de Capitán AntiAmérica, con la misión de parar a nada más ni nada menos que al Motorista Fantasma ( Víctima de un ritual masónico-demonólogico y que persigue al Vicepresidente de los EE.UU. para ajusticiarlo. Toma ya.
Toda una declaración de antiprincipios. Mark Millar sacude el Universo Marvel a lo bestia para descubrirnos a una serie de desequilibrados peligrosísimos bajo el mandato de un gobierno corrupto con una agenda oculta. Leyendo el cómic ( No publicado todavía en España) uno se pregunta como la Marvel, controlada por Disney, ha permitido este nivel de libertad al autor.
Aún así el cómic pese a su bienvenida brutalidad sigue sin recuperar al mejor Millar.El cómic a la postre desperdicia un excelente planteamiento para acabar presentando unos personajes desdibujados y donde al autor le pierde quizás las ganas de provocar y no tanto el cerrar un arco argumental que en sus dos primeras entregas está muy lejos del excelso nivel mostrado en otras obras capitales como fueron los primeros "The Ultimates". A ver si espabila.
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