viernes, 19 de diciembre de 2008

Censura

Los enemigos de la libertad de expresión suelen tener una apariencia cambiante, intermitente, escurridiza y ajena a cualquier pelaje político . Nadie es, ni va a reconocer que lo es, un enemigo de la libertad de expresión. Todos estamos encantados con defender públicamente un derecho inalienable que nos parece irrenunciable hasta que, por supuesto, nos ofende lo que alguna de nuestras némesis ideológicas tiene algo que decir.

Este post va evidentemente sobre Soziedad Alkoholika, pero tambien sobre David Irving, o sobre Egin, o sobre las caricaturas del Rey... La libertad de expresión si se concibe como tal debe ser absoluta y no sujeta a aquellos contenidos que nos parezcan ofensivos que eso sí que es y siempre será relativo. Todo es susceptible de ser ofensivo y es lícito que se busque amparo en la Justicia, pero impedir a alguién ejercer su libertad de expresión de forma preventiva, y con apoyo institucional implícito o explícito, eso se debería llamar censura, y ante esa palabra, creo que todos estamos de acuerdo que a priori estamos en contra. Llamemos a las cosas por su nombre, ¿no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de censurar cosas porque son ofensivas para tal grupo, que una cosa es la libertad de expresión y otra la ofensa, y aquello de "eso es abusar de la libertad de expresión, ¡libertinaje!" es un cachondeo. Precisamente la libertad de expresión está para amparar a los que dicen cosas ofensivas o molestas para alguien. Los que no disgustan a nadie no la necesitan.

Paolo2000 dijo...

Por mucho rechazo que nos puedan producir ciertos contenidos,mensajes o ideas, creo que la libertad para expresarlos jamas puede ser cuestionada.

Aunque luego realmente los problemas suelen ser mas sutiles, y se suele actuar a traves de presiones economicas, demandas judiciales, que al final conducen a la peor de las censuras: la autocensura.