La semana pasada volví a Berlin a asistir a la Feria Bread and Butter que ya desde hace unos años decidió volver a la capital alemana y ocupar uno de sus lugares más carismáticos y espectaculares: el aeródromo de Tempelhof diseñado por Speer y que jugó un rol muy relevante en la historia de la ciudad durante toda la II Guerra Mundial y por supuesto en la Guerra Fría con ese "puente aéreo" que salvó a la ciudad del malintencionado bloqueo de Alemania del Este.
La verdad es que podría marcarme algunas consideraciones sobre el devenir de la Feria de moda Bread and Butter pero prefiero aburrirles con otros temas. Como siempre que voy a Berlin aprovecho para escaparme a hacer alguna de las mías. Y esta vez decidí acercarme al antiguo cuartel de las Gestapo donde aparte de una franja del Muro de Berlin se puede visitar la fabulosa exhibición "Topographie des Terror". Más que recomendable.
Pero a mí aparte de las atrocidades nazis en un acto de suprema egolatría, lo que me vino a la cabeza fue un antiguo post mío donde hablaba de la participación ciudadana alemana a la hora de echar el muro abajo y, como cantaba Bowie y Benavente, sólo se les permitía ser héroes "un día nada más". Y de ahí vuelvo al Movimiento 15M donde es muy fácil adoptar una actitud indolente y decir que son unos pesados y unos brasas pero yo creo que todos debemos agradecer que se resistan a ser héroes "just for one day".
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