Dicen que quien resiste, gana y eso es algo que Camps parece tener muy claro. Desafiando cualquier principio de higiene política, disciplina de partido o sentido común, parece decidido a hacer como si el caso Gürtel no existiese. Afortunadamente para él se encuentra en un partido cuya base electoral no parece ver afectada su intención de voto por no importa que indicios de corrupción existan. Eso, o que su desprecio al PSOE es tan fuerte que están dispuestos a comulgar con ruedas de molino.
Y así Camps, cojeando y renqueando, sigue su tortuosa carrera de fondo. No sabemos si pagará la multa, si seguirá con el proceso y sinceramente ya poco importa. Rajoy no le va a mover la silla. No va a hacer como al final de la película "Danzad, danzad malditos" pero también queda meridianamente claro que el futuro político de Camps fuera del PPPV está finiquitado.
Y esto es algo que la Oposición debe también asumir. Olvídense de Camps. El mal ya está hecho. A nadie se le escapa que es un chorizo, un chorizo que ha barrido en las elecciones, eso sí. Pero déjenlo tranquilo. Su recorrido acaba ahí. Es triste que una comunidad sea gobernada por una persona incapaz de producir un relato coherente de su relación con una pandilla de delincuentes pero es lo que hay. Queda mucha Oposición que hacer en la Comunidad, no perdamos ni un segundo más en este señor.
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