No me he podido resistir...
Hace unos pocos días, ante mi reivindicación de un margen de confianza al Gobierno, Mr Mycroft acertadamente ponía una cuestión importante sobre la mesa: ¿Pero a que Gobierno o a que Gobiernos nos referimos? ¿ Cual es el rol de las Autonomías en este esfuerzo colectivo ? En España creo que se debe hacer un ejercicio político, ciudadano y mediático de conceptualizar y reasignar cuales son las responsabilidades de los Gobiernos Autonómicos. Voy a referirme sobretodo a la Generalitat Valenciana por cercanía, pero entiendo que este discurso se aplica a todos los Gobiernos Autonómicos independientemente de su signo. Hasta ahora, hemos comprobado como en las épocas de bonanza, con toda la desfachatez del mundo, han vendido cualquier dato positivo como propio para, luego, cuando los datos negativos se suceden, echarle las culpas (Si se está en la oposición) al Gobierno Central (O si se trata de un Gobierno Autonómico aliado del central, directamente desentenderse). Si a esto, añadimos un aparato mediático en forma de televisiones y radios públicas donde hacer de caja de resonancia de su propaganda y de su continuo victimismo ya sea para con el Gobierno Central u otras autonomías, tenemos un cuadro muy preocupante.
Como clava Mycroft en su comentario, resulta que los Gobiernos Autonómicos viven en una especie de despreocupada post-adolescencia con una más que abundante paga y donde no se sienten que tengan que responder ante nadie porque al final Papá Gobierno Central es el que va a pagar la cuenta ya sea financiera o políticamente. Como buen adolescente, estos Gobiernos Autonómicos viven más pendientes de su aspecto, de su coche, de sus ropas de marca que de sus verdaderos deberes, no estando a la altura de la gestión de cosas tan esenciales como la Sanidad, la Educación o la Justicia. Evidentemente su supervivencia política tiene más importancia que el bienestar de sus ciudadanos. Si nos ponemos “orwellianos” esto es algo casi de Perogrullo y aplicable a cualquier estructura de poder. Sin embargo, creo que mientras los Gobiernos centrales tienen una clara delimitación de sus responsabilidades y se les puede ajusticiar electoralmente, los Gobiernos Autonómicos se ubican en una “zona gris” donde se sienten ajenos al escrutinio ciudadano el cual, repito, contrarrestan con abundante propaganda.
La solución debería ser en una de estas dos direcciones:
1) Profundizar el federalismo y dejar que los Gobiernos Autonómicos adquieran capacidad recaudadora y organizadora de sus propios medios. Esto permitirá atribuirles responsabilidades de forma nítida que pudieran ser electoralmente juzgadas mientras que al Gobierno Central se le dejarían como funciones esenciales las relaciones exteriores, Fomento, la Seguridad y las FF.AA.
2) Volver a centralismo y obligar a las Autonomías a bajar su perfil a un nivel de gestión técnico donde exista un mayor control presupuestario, un auténtico control de cuentas y se prohíban barbaridades como las partidas de Televisiones Públicas, fastos varios y embajadas en paralelo en el exterior. Su función sería gestionar grandes áreas de gasto de Sanidad, Educación, Cultura, etc… pero de una forma coordinada y consensuada con la Administración Central e Inter-autonomicamente.
Todo apunta a que, dada la fortaleza y buena salud de nuestros 17 Reinos de Taifas, nos dirigimos al primer escenario con el que muchos pondrán el grito en el cielo de que nos acercamos de nuevo al Fin de España pero para mí si supone el fin de esta España híbrida, desnaturalizada e infantilizada no me parece en absoluto una mala idea.
Como clava Mycroft en su comentario, resulta que los Gobiernos Autonómicos viven en una especie de despreocupada post-adolescencia con una más que abundante paga y donde no se sienten que tengan que responder ante nadie porque al final Papá Gobierno Central es el que va a pagar la cuenta ya sea financiera o políticamente. Como buen adolescente, estos Gobiernos Autonómicos viven más pendientes de su aspecto, de su coche, de sus ropas de marca que de sus verdaderos deberes, no estando a la altura de la gestión de cosas tan esenciales como la Sanidad, la Educación o la Justicia. Evidentemente su supervivencia política tiene más importancia que el bienestar de sus ciudadanos. Si nos ponemos “orwellianos” esto es algo casi de Perogrullo y aplicable a cualquier estructura de poder. Sin embargo, creo que mientras los Gobiernos centrales tienen una clara delimitación de sus responsabilidades y se les puede ajusticiar electoralmente, los Gobiernos Autonómicos se ubican en una “zona gris” donde se sienten ajenos al escrutinio ciudadano el cual, repito, contrarrestan con abundante propaganda.
La solución debería ser en una de estas dos direcciones:
1) Profundizar el federalismo y dejar que los Gobiernos Autonómicos adquieran capacidad recaudadora y organizadora de sus propios medios. Esto permitirá atribuirles responsabilidades de forma nítida que pudieran ser electoralmente juzgadas mientras que al Gobierno Central se le dejarían como funciones esenciales las relaciones exteriores, Fomento, la Seguridad y las FF.AA.
2) Volver a centralismo y obligar a las Autonomías a bajar su perfil a un nivel de gestión técnico donde exista un mayor control presupuestario, un auténtico control de cuentas y se prohíban barbaridades como las partidas de Televisiones Públicas, fastos varios y embajadas en paralelo en el exterior. Su función sería gestionar grandes áreas de gasto de Sanidad, Educación, Cultura, etc… pero de una forma coordinada y consensuada con la Administración Central e Inter-autonomicamente.
Todo apunta a que, dada la fortaleza y buena salud de nuestros 17 Reinos de Taifas, nos dirigimos al primer escenario con el que muchos pondrán el grito en el cielo de que nos acercamos de nuevo al Fin de España pero para mí si supone el fin de esta España híbrida, desnaturalizada e infantilizada no me parece en absoluto una mala idea.
2 comentarios:
El fin de la infancia, que decía Clarke. Claro, hablas de federalismo, y con la tradición que tenemos te miran como a marciano (cuando, de hecho, las autonomías tienen más libertades y menos instrumentos de control, para gastar/dilapidar/invertir en sandeces que un Estado federado).
Esto es, paradójico, porque aquí en el fondo somos un estado central truncado. El proyecto jacobino que triunfó en francia, unificador, aquí, y pese a Fernando VII y Franco, no caló, no llegó a buen puerto.
Y ahi estamos, ni carn ni peix.
OFFTOPIC: Parece que Alarte despierta de su ensimismamiento orgánico, se despereza, y le hace un feo a Madrid con el agua. A ver cuanto dura el minipulso, aupado como esta a hombros de la pajin.
Pues asi estamos en un modelo regional que parece que estamos aunando lo peor de cada sistema. Curiosamente la palabra "jacobinismo" a mi tambien me vino a la cabeza durante la redaccion del post. ¿Se estara gestando una nueva generacion de afrancesados 2.0fascinados por el influjo de Sarzkozy?
Por cierto "El fin en la infancia" lo lei hace muchos años y me parecio todo un señor libro.
Offtopic: Alarte se retuerce e intenta liberarse de sus maniataduras... Ja vorem
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