Este fin de semana se cumple un aniversario que sin duda pasará bastante desapercibido. Hace 20 años las tropas sovieticas abandonaban Afganistan tras la desastrosa campaña de ocupacion en apoyo del Gobierno comunista de la nacion y que provoco una cruenta resistencia por parte de heterogeneos grupos tribales y de un curioso fenómeno de Jihadismo Internacional que sería el embrión de lo que hoy conocemos por Al Quaeda y que contó con el apoyo directo de los servicios secretos pakistaníes y de la CIA.
Al igual que en la Guerra Civil española, donde antifascistas y comunistas de medio mundo viajaron a España a defender los valores de la República frente al alzamiento militar franquista. Durante los años 80, idealistas islámicos de muy diversos países confluyeron en Afganistan para luchar contra las fuerzas comunistas y su ateismo, un claro insulto y amenaza a la fe islámica. La contribución operativa de estos guerrilleros es bastante discutible. En el libro The Looming Tower , se recoge como las unidades internacionales no destacaban precisamente por su efectividad aunque si verían envueltos en cruentos combates y escaramuzas que se saldaban la mayoría de las veces en cuantiosas bajas, retiradas forzosas o victorias pírricas. Realmente el peso de la acción militar recaía en los guerrilleros autóctonos que conocían bien el terreno y provenían de entornos tribales muy familiarizados con el combate. No obstante la presencia de "internacionales" jugaba un rol importante propagandístico que tenía enormes ventajas logísticas y financieras. Gente como Bin Laden canalizaba cuantiosas donaciones de sus respectivos países de origen que les veían como héroes dispuestos a sacrificarse por la causa.
En 1989, la superpotencia soviética se retira de Afganistan al no poder sostener más el inútil esfuerzo de guerra. 2 años después se colapsa la URSS. Y es cuando se genera el super-mito fundacional de Al Queda. Desde su distorsionada perspectiva, ellos sienten que a través de su sacrificio mujahdin derrotaron a la todopoderosa maquinaria de guerra soviética y dicha derrota supone su implosión como Imperio. (Ciertamente el razonamiento debería ser al revés, su descomposición como país le imposibilita el mantener una campaña militar como la de Afganistan.) El Islam y la Fe podían derrotar al enemigo por muy poderoso que pareciera y ese mensaje se propagaría como una onda expansiva a todos los países donde estos guerilleros, retornan una vez acabada la guerra en Afganistan, con la victoria de la mal avenida alianza de tribus afganas que supondrá la victoria de los Talibanes
Si en los 70, se decía que para América fuese libre se necesitaban 1000 vietnams. Para el movimiento integrista estaba claro que si se ansiaba que la Umma abrazara plenamente el Islam siguiendo el modelo taliban, se iban a necesitar unos cuantos Afganistans en los distintos países arabes para desalojar a las distintas dictaduras y monarquías corruptas. Desde finales de los 80 hasta finales de los 90 se produce una auténtica oleada de Integrismo Islamista que intenta hacerse con el poder en muchos países ya sea a través de la revolución armada o por métodos democráticos. En muchos de los casos la vanguardia ideológica y militar estaba representada por ex-combatientes de Afganistan. El epicentro de esta ofensiva sería Argelía desde donde se pretendía crear un efecto dominó que se expandiera por todo el Norte de Africa hasta llegar al Golfo y a la Africa Subsahariana. Muchos de estos movimientos integristas tienen la simpatía inicial de la población, que los ven como una vía de liberación frente a la corruptela institucionalizada de regímenes arabes pero a la postre su extrema crueldad y virulencia acaban alienando a su base social que renuncian de pleno al degüello social que supone la revolución islamista. Argelia finalmente se convierte como paradigma del fracaso de su asalto al poder y crea una onda expansiva en el sentido inverso al deseado. Es en ese punto cuando se produce la derrota ideológica de dicho movimiento. Después vendrán ataques con resultados espectaculares pero la verdadera amenaza, la de un mundo musulman abiertamente hóstil a Occidente, había sido vencida.
Si se analiza bien, la escalada de ataques contra EEUU que culminan con el 11-S es un último y desesperado intento motivado más por la frustración de no haber conseguido alterar el orden mundial que un verdadero desafio aunque indudablemente sus consecuencias fueron descomunales a todos los niveles. Aquel espectacular ataque fue más el fin de la Guerra del Terror que su inicio. Su delirante objetivo final era quizás provocar una invasión de un Afganistan que serviría de tumba para las tropas estadounidenses y por ende del Imperio Americano. Quizás dicho Imperio acabe desmoronándose pero al igual que le pasó a la URSS no lo será por la feroz resistencia guerrillera en desiertos y lejanas montañas sino por su colapso económico.
2 comentarios:
En sus cartas londinenses, en el siglo XIX, Eça de Queirós ya se maravillava de la politica imperial británica, torpe y ciega, costosa, militarizante, que mantenía guerras periodicas contra los montañeses afganos para asegurar sus fronteras y sus rutas indias. Para él representaba un ciclo condenado a repetirse...
Por cierto, que el colapso economico no es ajeno a los esfuerzos de presupuesto militar, compra de lideres locales, etc que implica la politica exterior de EEUU (una politica que Hillary acaba de confirmar continuista 100 por cien: ¿Primer viaje, a Gaza, a Africa? No)
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