Tras la brasa apocalíptica de ayer, sólo me queda recurrir al legendario discurso de Roosevelt pronunciado en 1932 ante un país devastado por el Crack del 29 y la Depresión. Si leen el discurso entero verán que está bastante lejos de los "todo va bien" y "que viene el lobo" a que nos tienen acostumbrados. Aunque sin duda la frase que pasará a la historia fue ese inaugural "Lo único que debemos temer es el propio miedo" que nos paraliza y nos desconecta de la acción necesaria para sobreponernos a las circunstancias, y que Rooosevelt veía como el gran obstáculo para reconducir la recuperación nacional.
PS: Y de propina otra frase que leí, escuché o imaginé y que venía a decir que "El gran ardid de la desesperanza es hacernos creer efectivamente que no hay esperanza."
No hay comentarios:
Publicar un comentario