lunes, 29 de marzo de 2010

Mis problemas con la Justicia

Que la Justicia da mal rollo es de perogrullo. Recurrir o enfrentarse a ella es sinónimo de problemas y su obligado equilibrio entre distintos garantismos de derechos y deberes suele siempre dejar un mal sabor de boca a cualquiera de las partes.
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Sin embargo en los últimos tiempos estamos percibiendo la emergencia de un Poder Judicial que se está convirtiendo en una constante y perversa interferencia en la política del país. Es una suerte de tercera cámara que acaba por dirimir y decidir sobre decisiones que acaba tomando el Poder Ejecutivo y Legislativo. Sumen a la ecuación la irresponsabilidad de algún partido complice y obtendremos el clima irrespirable imperante en España.
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El PSOE en un absurdo acto de lealtad institucional se limita a repetir como un mantra su fe inquebrantable en la Justicia pero olvida que los organismos supremos de la Justicia vienen determinados por la voluntad de los partidos mayoritarios con lo que todo eso conlleva. Es evidente que la Justicia está politizada pero a muchos les cuesta entender que la Justicia está "partidizada" y eso si que resulta preocupante y sectario.
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Esa falta de realismo hacia la Justicia está produciendo una gran distorsión institucional. El Poder Judicial puede criticar al resto de Poderes pero éstos deben abstenerse de emitir juicio sobre éste. El Poder Judicial no se ve obligado a estar sujeto a procesos democráticos directos ni a reglamentos claros de renovación. El Poder Judicial puede declararse en huelga o abusar de corporativismo. El Poder Judicial es capaz de purgarse asimismo sin que exista derecho a recurso ni a la opinión. No olvidemos que se trata del Imperio de la Ley.
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Desconozco cual sería la solución. ¿ Es factible democratizar la Justicia ? No creo que fuera ni recomendable pero si que creo que debemos desacralizarla y entender a los organos del Poder Judicial como el fruto de exiguos acuerdos entre partidos políticos, de ellos heredan todos sus defectos pero no su mayor virtud: el castigo del voto. Y eso, señores, es verdaderamente peligroso

1 comentario:

Mycroft dijo...

Desde mi experiencia de amigo de opositores a juez, me parece que esto falla desde la base.
El acceso es demencial, el trato a los aspiranntes, degradante, las ínfulas de casta dominante y superior evidente, y el semillero de resentidos y acomplejados, cantado.
Son corporativos, en ocasiones poco preparados más allá de la memorística,y no me extraña que entren el el juego político.
Recordemos las razones del actual sistema: El abrumador carácter franquista sin purgar en la transición del poder judicial. Lo veo negro.