Repasando los acontecimientos de la semana y en particular esa reactivación de la protesta ciudadana, a uno se le plantea una cuestión esencial. ¿Son estas manifestaciones e incidentes un claro síntoma del creciente descontento ciudadano? O por el contrario ¿No estamos ante meras anécdotas callejeras sofocadas por las fuerzas del orden público sin ningún problema? Es decir, ¿Es lo del 25S la punta del iceberg o eso es todo, y el Titanic gubernamental prosigue su marcha.
Me decanto por lo segundo. No se acaba de entender que con la actual situación económica y la obstinación del Gobierno por humillar y ofender a todos los sectores de la sociedad salvo a los sacrosantos pensionistas, no estemos asistiendo a una contestación ciudadana en toda regla a la política gubernamental.
¿Por qué? Se pueden argumentar muchísimas hipótesis, aunque posiblemente ninguna de ellas explique por si sola lo que no está ocurriendo en la calle. Podríamos hablar de Aldous Huxley (La gente está anestesiada, prefiere divertirse como pueda que luchar), de la pirámide de Maslow (La gente come), de cierta alienación (No sabemos muy bien a quien echarle la culpa de lo que nos está pasando) o incluso que en el fondo esa mayoría silenciosa y moral, de la que se vanagloria Rajoy, está de acuerdo con lo que hace y dice este Gobierno.
Si yo tuviera que apostar por una explicación de esta apatía social que paraliza a nuestro país sería que a la gente les repugna la política y le dan la espalda a la política, a los partidos, a los propios políticos e incluso a la lucha política.
Y esto, señores, es muy, pero que muy preocupante. En la próxima entrega profundizaremos en este curioso fenómeno y que por supuesto contará con la intervención estelar del Movimiento 15M, una corriente de movilización y activismo más compleja de lo que a priori podemos pensar.
1 comentario:
Si las cosas siguen empeorando, puedes estar seguro que se llegará a quemar a los leones del congreso. Pero segurísimo.
Espérate a que se estemos como han estado o están en algunos países latinoamericanos, nuevas reformas estructurales, que el año que viene haya nuevas subidas de tasas, más recortes y recortes.
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