Disculpen la ausencia. Me gustaría poder echarle la culpa a Camps o algo similar pero no sería justo cargar contra nuestro convaleciente Molt Honorable, al menos por esto. El caso es que llevaba varios días sin actualizar y ahora vuelvo para decir que me voy unos días de vacaciones. Si tuviera fans no me lo perdonarían.
Seré breve. Vengo a recomendarles un libro que les puede venir fenomenal para estas vacaciones ya que es corto, ameno y les diría que hasta emocionante. Preparando mi viaje al Languedoc, me interesé por la matraca de los Cátaros que efectivamente no son un mito pero que han sido víctima de todo tipo de conexiones con el llamado Misterio sin ton ni son. Esto es algo que las autoridades locales de la región no han querido matizar dado el potencial atractivo turístico que generan conceptos como el País Cátaro o la Ruta de los Castillos Cátaros. Términos que para una secta medieval que abominaba de cualquier patrimonio material, relación con los poderes de facto o expresión artística pues no tienen mucho sentido. El catolicismo sin embargo aunque mucho más cuestionable en su integridad que los Cátaros es un incuestionable tremendo generador de patrimonio.
Si les interesa lo más mínimo este tema, les recomiendo encarecidamente el libro de Stephen O'Shea: "Cátaros: La herejía Perfecta". Es un libro riguroso y muy bien escrito que huye de pseudomisticismos y pseudohistoricismos para narrarnos una historia atroz y apasionante que , sin duda, deja a la Iglesia Católica de la época en el lugar que se merece.
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