La semana pasada cerró para consternación de unos pocos, alegría de unos cuantos e indiferencia general el mítico club Ochoymedio de Madrid. Detrás de si dejaba más de 10 años de incombustible farra, un buen puñado de sesionesy actuaciones pero sobretodo mucha, muchísima bienvenida tontería.
Yo no tengo ningún reparo en afirmar que el Ochoymedio para mí ha sido el club donde mejor me lo he pasado, que más me abrió la mente (No, malpensados, allí no salí del armario) y donde posiblemente más a gusto me he intoxicado y lo digo en sentido literal porque los cogorzones que provocaba el garrafón que servían eran de órdago.
El Ocho (Como lo llamaban los conaisseurs de la noche madrileña) era básicamente un sitio donde te lo pasabas muy bien. Fue un local en cierta manera rupturista donde tiraron por el váter muchos de los prejuicios existentes en la época para mezclar modernez con chochonismo, rock con música de baile, las estrellitas del momento con el llano vulgo, temazos de hoy y de siempre con electro-hits del momento, "ambiente" con desaforada heterosexualidad, etc... Imagino que el cóctel a muchos les parecerá insufrible pero yo las muchas veces que fui cuando viví en Madrid, me lo pasé bomba.
Como siempre afirmamos Kickintheteeth y yo mismo, en aquel lejano 2001 tuvimos la sensación de por una vez estar en el momento justo y en el sitio adecuado. Luego sería curioso ver como el desenfadado germen del Ochoymedio se iría extendiendo a Provincias y fermentando en lugares como el Voodoo de Alicante o el 12ymedio en Murcia. Aquella forma de entender el farreo se iría consolidando en otros lugares de España y creo que se puede decir que provocó un divertidísimo primer lustro de Milenio en nuestro país.
Algunos quisieron etiquetarlo como la ReMovida o Tontipop pero la cosa nunca llegó a cuajar porque al final no era más que cuatro gatos pasándoselo bien y eso era más bien difícil plasmarlo en el País de las Tentaciones de turno.
Dentro de poco el Ochoymedio será un sotano de Zara Kids, quizás algún niño con el "Resplandor" dentro o con "el sexto sentido" vea extrañas siluetas y posturas entre maniquíes y probadores. Seguro que entonces oirá alguna canción como ésta.
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