Todo acabó, o empezó, según se mire, el 22 de Septiembre de 2004 cuando estrenaron el episodio Piloto de Perdidos. Bueno, realmente no fue así, tampoco empezó la Revolución Industrial con el descubrimiento de la máquina de vapor, pero nos sirve como fecha simbólica. Con el estreno de Perdidos se establecia como canón del entretenimiento televisivo una nueva narrativa que rompía con el esquema tradicional de serie de televisión. Repito existen ejemplos anteriores (24, Los Soprano, Alias, El Prisionero, etc...) pero no suponen el exito industrial y de cambio de paradigma que producirá "Perdidos".
Hasta entonces el standard de televisión que existía era el que hoy en día se puede ver en CSI o House. Puede existir una trama general pero los episodios son concebidos como piezas de entretenimiento individuales hechas un espectador casual distraido que zapea por la parrilla televisiva. A partir de Perdidos entramos en toda una dimensión fan que requiere de su máxima atención, o casi devoción, y un compromiso de seguimiento. Por supuesto esto requiere que las series alteren sus estructuras de tal manera que se acaba estableciendo un standard: Piloto impactante, giros narrativos, Finale con sus consabidos cliffhangers y evidentemente una evolución narrativa de temporada a temporada.
No deja de ser todo una evolución de un medio que acaba por liberarse de los constreñimientos de las películas de 2 horas o de las trilogías aunque con el consabido riesgo narrativo que implica el mecanismo paralelo a los planteamientos del Gen egoista. A los productores de la serie les importa un carajo la narrativa, lo único que les importa es la confirmación de la siguiente temporada lo cual conduce a una siempre agónica tensión entre la concreción y el potencial de alargar indefinidamente una serie. Tal lío explicaría algunas anomalías misteriosas a mitad del desarrollo de algunas series siempre pendientes de la espada de Damocles y debatiendose entre contener, avanzar o concluir.
La gran damnificada de la parrilla televisiva contemporanea sería la Sitcom que, sí, sigue viva y en buen estado de forma (My name is Earl, How I met your mother, etc...) , pero ya no es el referente industrial que fue. Durante esta semana voy a aprovechar , sin revolcarme en la nostalgia, para recuperar aquellas series de los 90, que al lado de Perdidos , 24 o The Shield parecen tan caducas y simples pero que siguen siendo una maravilla y, en algunos casos, superiores a la densa y compleja nueva narrativa televisiva.
No deja de ser todo una evolución de un medio que acaba por liberarse de los constreñimientos de las películas de 2 horas o de las trilogías aunque con el consabido riesgo narrativo que implica el mecanismo paralelo a los planteamientos del Gen egoista. A los productores de la serie les importa un carajo la narrativa, lo único que les importa es la confirmación de la siguiente temporada lo cual conduce a una siempre agónica tensión entre la concreción y el potencial de alargar indefinidamente una serie. Tal lío explicaría algunas anomalías misteriosas a mitad del desarrollo de algunas series siempre pendientes de la espada de Damocles y debatiendose entre contener, avanzar o concluir.
La gran damnificada de la parrilla televisiva contemporanea sería la Sitcom que, sí, sigue viva y en buen estado de forma (My name is Earl, How I met your mother, etc...) , pero ya no es el referente industrial que fue. Durante esta semana voy a aprovechar , sin revolcarme en la nostalgia, para recuperar aquellas series de los 90, que al lado de Perdidos , 24 o The Shield parecen tan caducas y simples pero que siguen siendo una maravilla y, en algunos casos, superiores a la densa y compleja nueva narrativa televisiva.
3 comentarios:
y dale con perdidos...el no va mas televisivo.. reina de la estructura narrativa... diosa del misterio...creador del oso panda... sin embargo nadie habla del pobre valor de produccion, cada año a peor.. la perdida brutal de audiencia año tras año.. los efectos visuales solo un grado mejor que en V... nada, seguid con las pajas a carltuse...
Storka, yo también he tenido un mal día...
Hace tiempo que no la veo, simplemente porque me he cansado de tanta elucubración. Pero estoy de acuerdo en lo magistral de Como conocí... o The Big Bang... y Las nuevas aventuras de la vieja Christine (o cómo se escriba) y tantas otras que no son comedias de situación, como Cinco hermanos. Hay mucho para entretenerse.
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