A los medios les gusta inmiscuirse no ya en la política sino directamente en la vida de los partidos. En las filas populares, hasta hace bien poco se estuvo cuestionando el liderazgo de Don Mariano desde ciertas tribunas y micrófonos de forma hasta grosera. Es público y notorio que lo que opine Pedro Jota Ramírez o Federico Jiménez Losantos cuenta casi más que lo que pueda pensar o dejar de pensar Rajoy o Cospedal, y de hecho ahí esta Rosa Diez por si un susto debe pasar a mayores.
"El País" que no vive precisamente un idilio con Zapatero ha decidido sumarse a la fiesta y abrir un debate sobre la posible renuncia por su parte a un tercer mandato. Bueno, más que abrir un debate ha publicado un artículo donde se afana en glosar las ventajas de que Zapatero se quitará de en medio y lo aparcarán en la Unión Europea o en el siempre socorrido mundo del multilateralismo.
Pensándolo en clave de partido y organización política, soy de la opinión que el PSOE debería sacudirse su absoluta apatía sociopolítica. Desde 2004 el PSOE ha basado su estrategia y discurso en zafarse de los golpes y la hiperagresividad del principal partido de la oposición. La sola existencia del PP ha justificado su estrategia y su razón de ser. Los exabruptos populares se han convertido en el gran movilizador electoral del PSOE. No voy a ser tan inocente de pensar que la dinámica de votar "en contra de" más que "a favor de" no opera en todos los sectores ideológicos pero en el caso del partido más votado de España su relajación ideológica, militante y participativa es ya total. Y en la Comunitat Valenciana ni les cuento.
El PSOE como proyecto y partido no estimula absolutamente a nadie. Para muchos de sus votantes se ha convertido en un mal menor ante la desfachatez de terceros. El máximo responsable de esta flacidez no es otro que un Presidente del Gobierno que siguéndole el juego a la Oposición política, mediática y posiblemente a su ego, ha acabado reduciendo toda una militancia, todo un partido, todo un gobierno, a su persona.
Si ese es el caso, más le vale al PSOE, que no a ZP, ir abriendo un debate de regeneración interna y no ya por razones electorales inmediatas ( Las próximas elecciones las tienen perdidas...) sino por su propia continuidad como fuerza mayoritaria. No me quiero ni imaginar como puede quedarse un partido, tan deslabazado como éste, cuando les retiren el soporte vital que da el Poder.
2 comentarios:
Yo soy más bien de la opinión contraria: Si lo que buscamos es la regeneración del partido socialista, solo una derrota humillante y sin paliativos, una derrota que lo deje al borde del abismo, puede desactivar las autojustificaciones, y los clavos ardiendo estadísticos y de pequeñas victorias pírricas que suelen inventar los responsables de los partidos las noches electorales.
La travesía del desierto de la época Almunia-Borrell, para mi es producto de una derrota tibia en la que a los viejos gerifaltes aún pensaban, y pensaron, de mantener su influencia.
El partido esta hecho pedazos, el personalismo presidencial se ha traducido en un gabinete de perfil bajo sin relevos evidentes, desgastado, la militancia, en el caso específico del PSPV es una sangría continua, y la batalla de las ideas ni se plantea: se fia todo a "ser los buenos" y esperar que Rajoy y Rouco se boicoteen siendo la derecha rancia de siempre...
Pues si lo que necesita para su regeneración es una derrota humillante sin paliativos puede que en un par de años el PSOE encuentre su salvación porque bien pensado otra casi imposible victoria pírrica (5.000.000 de parados no pueden equivocarse...)real o imaginaria podría suponer perpetuar una inercia letal para este partido político. Si ese fuera el caso, quizás más les vale inmolar a Zapatero en su imposible revalida de la mayoría electoral e ir abriendo el necesario debate interno, aunque mucho baronismo y coto autonomico sigo viendo yo para que se impulse un cambio genuino...
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