En 1985 el personaje de Alison en "The breakfast club" pronunciaba unas palabras que sembraron el descomfort generacional (e intergeneracional): "When you grow up, your heart dies". 24 años después el zeitgeist de la angustia adolescente lo capta Seth Rogen interpretando a un post-adolescente en "Pineapple Express" cuando le espeta a su novia que tiene miedo que "start listening to Godspeed You! Black Emperor and The Shins and become a lesbian".
La preocupación vital del personaje con su pareja está más que fundada. En los últimos tiempos venimos sufriendo una nueva generación de comedias románticas americanas con espíritu, estética y banda sonora indie. Los resultados son francamente lamentables: cursileria, amaneramiento, una molesta sensibilidad y, lo peor, una autoindulgencia "Yo soy especial" que irrita sobremanera.
La trilogia definitiva de este desproposito sería: Nick and Norah Infinite Playlist (La peor película vista este año), Garden Estate ( De la que me gustaría resaltar una de las escenas más bochornosas jamás filmadas) y Adventureland que sin ser tan vomitiva como las anteriores tampoco deja de ser un prefabricado horror.
Conste en Acta que musicalmente no tengo nada en contra de "lo indie". La mayoría de mis grupos favoritos posiblemente caigan bajo esa elefantiásica y denostada etiqueta pero por eso mismo me ponen tan de mala hostia estas películas. Al igual que en la cultura myspace se puede ser cool de manera burda (Add friends to Vampire Weekend) aquí se intenta darle ese mismo barniz guay a las típicas historietas cutres de amor/desamor de toda la vida. Y si nunca me gustó Dirty Dancing o Top Gun ahora no voy a emocionarme porque un par de actores emergentes se den un beso oyendo a Husker Dü, o cualquier otro grupo que, por cierto, jamás habría soñado , ni en su peores pesadillas, que sus canciones acompañarían tramas e imágenes tan blandengues y sensibleras (Aunque entiendo que sarna con royalties no pica...)
Y para acabar un poco de cine indie de verdad:
La preocupación vital del personaje con su pareja está más que fundada. En los últimos tiempos venimos sufriendo una nueva generación de comedias románticas americanas con espíritu, estética y banda sonora indie. Los resultados son francamente lamentables: cursileria, amaneramiento, una molesta sensibilidad y, lo peor, una autoindulgencia "Yo soy especial" que irrita sobremanera.
La trilogia definitiva de este desproposito sería: Nick and Norah Infinite Playlist (La peor película vista este año), Garden Estate ( De la que me gustaría resaltar una de las escenas más bochornosas jamás filmadas) y Adventureland que sin ser tan vomitiva como las anteriores tampoco deja de ser un prefabricado horror.
Conste en Acta que musicalmente no tengo nada en contra de "lo indie". La mayoría de mis grupos favoritos posiblemente caigan bajo esa elefantiásica y denostada etiqueta pero por eso mismo me ponen tan de mala hostia estas películas. Al igual que en la cultura myspace se puede ser cool de manera burda (Add friends to Vampire Weekend) aquí se intenta darle ese mismo barniz guay a las típicas historietas cutres de amor/desamor de toda la vida. Y si nunca me gustó Dirty Dancing o Top Gun ahora no voy a emocionarme porque un par de actores emergentes se den un beso oyendo a Husker Dü, o cualquier otro grupo que, por cierto, jamás habría soñado , ni en su peores pesadillas, que sus canciones acompañarían tramas e imágenes tan blandengues y sensibleras (Aunque entiendo que sarna con royalties no pica...)
Y para acabar un poco de cine indie de verdad:
4 comentarios:
pero pablo..el indie desde hace años solo se preocupa con ser kool..
ese clip de garden state es un outtake?? yo lo recuerdo distinto...
http://www.youtube.com/watch?v=phkWWgpfqRg
JAjajajajaja, oye cual es esa base que suena en los "ridiculously oversized headphones"? Me mola mucho...
el ultra clasico Energy Flash de Joey Beltram of course!
Me quedo con LFO !!!
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