Hace bién poco unas declaraciones de Ignasi Guardans, director del ICAA, sobre la excesiva proliferación de festivales de cine en nuestro país y la imperiosa necesidad de revisar la política de ayudas, ha puesto en guardia a los distintos organizadores y ayuntamientos que organizan estos eventos. Es decir a casi todos los ayuntamientos de España... ¿ Qué ciudad no se priva hoy en día de tener un festival de cine? Hagan la prueba, googleen el nombre de la ciudad que quieran y adjunten "festival de cine", verán los resultados.
¿ Supone esto el fin de los saraos de catering y alfombra/moqueta roja con coartada cinematográfica ? Para empezar, Ignasi Guardans ha reculado un poco pero el recado ya ha sido enviado. Lo que al Ministerio de Cultura no le hace ninguna gracia es que haya festivales por doquier sin ningún tipo de estrategia global ni comercial ni industrial y beneficiándose de ayudas. A mí este circuito de festivales me recuerda a una afortunada expresión que acuñó la prensa musical inglesa de principios de los 90 para denominar ciertas endogamias que se creaban entre grupos , promotores y medios especializados: "la escena que se celebraba asimismo". En este caso connivencias similares se desatan entre instituciones tirando del erario público y simulacros de festivales con códigos que ni les pertenecen ni les corresponden. Los festivales de cine tienen, no lo olvidemos, una función profesional que, de acuerdo, tiene ecos mediáticos pero no deja de ser un punto de encuentro para distribuidores, industria, medios, etc... Sin embargo , ¿Que político local se puede resistir al pseudoglamour de los focos ? ¿ A traer a esta u otra estrella de medio pelo o a presentar la película de rigor ? Pero ¿ Tienen sentido la existencia de estos festivales en cada una de nuestras capitales de provincia y ciudades medianas ? Quizás la pudiera tener.
Hace unos días tuve la suerte de estar en Malaga y visitar la Semana de Cine Fantástico de la ciudad que sin grandes aspavientos, premieres y boatos se dedica a proyectar películas a diario del género al que está consagrado en un cine cualquiera de la ciudad. Para ese tipo de eventos sí que existe una demanda y hambre por parte del espectador. Los festivales pueden reconvertirse en eventos donde se dediquen a proyectar cine a discrección bajo el criterio que se considere: documentalismo, independiente, asiático, terror, etc... A día de hoy, con las ciudades medianas colonizadas por las multisalas donde todas se dedican a proyectar las mismas películas, existe una carencia enorme de poder ver otro tipo de cine. Otros Festivales de Cine son posibles pero a condición de que haya, precisamente eso, más cine y más espectadores, que es posiblemente lo que menos les importa al Ayuntamiento y a los organizadores obsesionados con las RR.PP. , la farándula y un Star-system de andar por casa.
¿ Supone esto el fin de los saraos de catering y alfombra/moqueta roja con coartada cinematográfica ? Para empezar, Ignasi Guardans ha reculado un poco pero el recado ya ha sido enviado. Lo que al Ministerio de Cultura no le hace ninguna gracia es que haya festivales por doquier sin ningún tipo de estrategia global ni comercial ni industrial y beneficiándose de ayudas. A mí este circuito de festivales me recuerda a una afortunada expresión que acuñó la prensa musical inglesa de principios de los 90 para denominar ciertas endogamias que se creaban entre grupos , promotores y medios especializados: "la escena que se celebraba asimismo". En este caso connivencias similares se desatan entre instituciones tirando del erario público y simulacros de festivales con códigos que ni les pertenecen ni les corresponden. Los festivales de cine tienen, no lo olvidemos, una función profesional que, de acuerdo, tiene ecos mediáticos pero no deja de ser un punto de encuentro para distribuidores, industria, medios, etc... Sin embargo , ¿Que político local se puede resistir al pseudoglamour de los focos ? ¿ A traer a esta u otra estrella de medio pelo o a presentar la película de rigor ? Pero ¿ Tienen sentido la existencia de estos festivales en cada una de nuestras capitales de provincia y ciudades medianas ? Quizás la pudiera tener.
Hace unos días tuve la suerte de estar en Malaga y visitar la Semana de Cine Fantástico de la ciudad que sin grandes aspavientos, premieres y boatos se dedica a proyectar películas a diario del género al que está consagrado en un cine cualquiera de la ciudad. Para ese tipo de eventos sí que existe una demanda y hambre por parte del espectador. Los festivales pueden reconvertirse en eventos donde se dediquen a proyectar cine a discrección bajo el criterio que se considere: documentalismo, independiente, asiático, terror, etc... A día de hoy, con las ciudades medianas colonizadas por las multisalas donde todas se dedican a proyectar las mismas películas, existe una carencia enorme de poder ver otro tipo de cine. Otros Festivales de Cine son posibles pero a condición de que haya, precisamente eso, más cine y más espectadores, que es posiblemente lo que menos les importa al Ayuntamiento y a los organizadores obsesionados con las RR.PP. , la farándula y un Star-system de andar por casa.
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