lunes, 23 de marzo de 2009

Kosovo



La decisión de la retirada de las tropas de Kosovo ha supuesto la penúltima crisis de un Gobierno que parece no atinar una. Las reacciones de nuestros aliados sin duda han sido el detonante para cuestionar una acción en la que a priori la mayoría de la población estaba de acuerdo pero que ha servido para poner en evidencia a un Gobierno que ha dado una lamentable imagen de descordinación.

Admito desconocer cuales son los protocolos diplomáticos pero es evidente que aquí algo ha fallado ya que el Gobierno parece haberse visto superado por las críticas internacionales que esta vez no se pueden achacar al pérfido PP que, sin embargo, las sabrá convenientemente explotar. La sulfurosa reacción de otras naciones e instituciones, ha sido también una sorpresa para mí, ya que esperaba mas comprensión con un país como España que formaba parte de una misión que se desarrollaba ya desde hacía más de 10 años y en la que hace poco más de un año, se declaró la independencia de una nación que nuestro país no reconoce. Ahora nuestros aliados nos reclaman la uninamidad, multilateralidad y coherencia que ellos mismos no aplicaron al reconocer a Kosovo sin buscar ningún tipo de posición conjunta. (No olvidemos tampoco que en la primera guerra de los Balcanes la alegría y frivolidad de ciertos países al apresurarse a reconocer a Crocia, Bosnia, Eslovenia, etc... contribuyeron notablemente a una desintegración violenta de Yugoslavia de la cual sin duda Serbia y su expansionismo son los máximos responsables pero existen otros que países tampoco es que puedan dar muchas lecciones en esa región...)

Entonces, ¿Por qué esta animosidad? Aparte de por razones meramente protocolarias, lo cual no excusa la torpeza de nuestro Gobierno, creo que España pone en evidencia que tanto la OTAN como muchos organismos internacionales están haciendo el ridículo en la región. Conozco a varias personas que han estado trabajando tanto como militares (Ejército) como civiles (Organismos multilaterales) en Kosovo y todos han coincidido en que si algo impera allí es una corrupción generalizada, que se alimenta de los fondos multilaterales y de la bien remunerada presencia internacional de tropas, funcionarios, cooperantes , y es que sí, Kosovo será otro Estado fallido, pero con la diferencia de que éste lo pagamos entre unos cuantos.

La intervención de de Kosovo tuvo su razón de ser para impedir una reedición de las matanzas étnicas de Croacia y Bosnia, tras la desmembración de Yugoslavia. Pero 10 años después, Kosovo no puede continuar siendo un anacrónico Protectorado de Naciones Unidas y de la OTAN en dependencia permanente de la Comunidad Internacional. España hace bién en no ser complice de tamaño desproposito, lastima que nuestra ya legendario complejo de inferioridad ( Que el querer superarlo en unos extremos nos lleva a disparates como el protagonismo en la Guerra de Irak y en otros a absurdos seguidismos de la política común de nuestros aliados) nos haya llevado a querer salir por la puerta de atrás, y no liderar formalmente un replanteamiento de la política común hacia Kosovo. Ahí está el gran error.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez subscribo todo lo dicho. Especialmente lo que tiene que ver con el replanteamiento de la misión en Kosovo.

Enhorabuena por el post.

Efectivamente, al gobierno le crecen los enanos. Parece increíble que una potencia media como España se permita estos tropezones en el marco de una misión de la OTAN.

Recomiendo el artículo de Jose María Ridao ayer en EL PAÍS.

Mycroft dijo...

En el tema Kosovar, muchos politicos (no ya periodistas) tocan de oidas. Es un avispero para el que hacen falta unos pies de plomo, unas tenazas, y mucho escepticismo a la hora de dividir entre buenos y malos por curiosos raseros (para la UE los separatistas kosovares son los buenos, pero Chechenia, esos son bordes...solo porque el apendice del que se separan es el dinosaurio euroasiatico ruso)

Paolo2000 dijo...

Cuanta razon tiene al mencionar a los periodistas. El otro dia una tertuliana de la radio vino a decir en pocas palabras que nuestra presencia militar en aquella zona legitimaba y respaldaba los asaltos a chalets de las bandas kosovares y de casi de toda Europa del Este. Y no se crea que alguien le llamo al orden o le rectifico, si es que esta claro, ¿no?