lunes, 2 de marzo de 2009

Camps 2015


Observo los resultados de las Elecciones Autonómicas con cierta envidia y no por la victoria del PP en Galicia o el vaivén electoral en Euskadi (Posibilitado no lo olvidemos por la ilegalización de los partidos abertzales) sino por lo reñido del resultado y por la existencia de alternativas viables de gobierno de uno u otro signo político. Esa tensión electoral es sin duda saludable e incita a los Partidos a evitar el adocenamiento y la relajación frente a los ciudadanos que en 4 años pueden convertirse en un inmisericorde verdugo político.

Como ya saben aquí en la Comunitat Valenciana estamos muy lejos de un escenario político parecido. Por un lado tenemos a un PP hegemónico (55 escaños; 52% de los votos en 2007) que hasta ahora ha sabido conjugar una eficaz propaganda institucional (Canal 9) con clientelismo político-urbanístico (Fabra) que, sí, ha generado desarrollo, crecimiento económico y empleo pero que ahora nos ha colocado en una complicadísima situación, con un modelo dependiente de un sector de la construcción en caída libre y que a su vez ha comprometido nuestro modelo de turismo con un litoral degradado y masificado.

Por otro lado, tenemos a un PSPV (37 escaños; 34 % de los votos en 2007 ) que fruto de su desapego con las bases sociales y de dosis de dirigismo de Madrid es incapaz de articular una oposición operativa pero que aun así absorbe el voto de ciudadanos de centro y centro-izquierda que se identifican más con el PSOE y sus referentes nacionales que con el PSPV.

Pero donde cambia el panorama político radicalmente es en la ausencia de un partido fuerte a la izquierda del PSOE como puede ser BNG en Galicia, ERC en Catalunya, Nafarroa Bai en Navarra que en todos estos territorios se han convertido en llave y bisagra hacia el poder. En las pasadas elecciones de 2007, la alianza de Compromis pel PV que aglutina a Esquerra Unida, Bloc, etc… obtuvo los siguientes resultados: 7 Escaños; 8 % de los votos, resultados verdaderamente pobres. En Comunidades donde la identidad histórica es un factor a tener en cuenta y entendemos que la CV lo es, los proyectos de Izquierda requieren de la existencia de un partido que aglutine sociológicamente un voto de izquierdas de componente nacionalista o republicano que diluya la mayoría Popular y que refuerce el arco de la oposición hasta convertirse en una alternativa de poder. Algo parecido le sucedió en las Elecciones Generales donde la debacle de IU debida en parte a su fagocitación por el PSOE, impidió una mayoría progresista en el Congreso. Muchos temen que de ese modo, se pueda producir una deriva del PSOE y sus filiales autonómicas hacia posiciones separatistas pero la experiencia nos dice que suele suceder a la inversa, son los nacionalistas quienes acaban plagándose a la realpolitik y si no pregúntele a Anxo Quintana y sus paseos en yate.


Ciencia Ficción Política

A día de hoy, los socios de Compromis tanto conjuntamente como por separado no son capaces de ilusionar significativamente a un electorado de izquierdas que permanece latente e inactivo en la Comunitat Valenciana, más bien parece que atenazados por sus problemas internos (Gloria Marcos anyone?) han logrado decepcionar a sus ya de por sí escasos votantes. Se necesita una refundación de la Izquierda en la Comunitat Valenciana que posibilite la tan necesaria tensión y alternancia política y eso a día de hoy sólo se puede conseguir con activismo político, movilización de las bases y un liderazgo visible. De lo contrario, nos encontraremos con un desequilibrio permanente de las fuerzas políticas que se traducirá no ya en victorias continuas del PP, lo cual repito me parece respetable y legítimo, sino que también, y eso si que es preocupante, le dará al poder Autonómico valenciano una muy poco higiénica sensación de invulnerabilidad y de no tener que rendir cuentas ante nada ni nadie.

1 comentario:

Mycroft dijo...

En ese sentido la cosa va mal, eu atomizada en taifas partidarios gracias a las semillas plantadas por Morera en su seno.
Puntos positivos, el (ingenuo) intento de refundacion del Bloc impulsado por mi excompañero de colegio Pere Fuset. Pero sabemos que aunque dicen buscar un valencianismo posideologico con el que formar familia, se siguen excitando con Fuster, y siguen enclaustrados en el ambiente universitario lejos del poder populista de la calle.
Alarte y sus minipulsos hidraulicos daran la medida de independencia, Pajin mediate. Puede que le esten dando cuerda para ahorcarle con ella finalmente.
El Pp, apropiandose de los exitos ficticios pagados con el dinero futuro que no tendremos, del espacio de difusion mediatica (infiltrado hasta en el Levante, ese periodico cada vez mas de derechas) y de los referentes identitarios, se afianza bien amarrado.