sábado, 3 de enero de 2009

La nueva lucha de clases

A mi me gusta distinguir entre dos tipos de Karl Marx, el Marx soberbio que desnuda la realidad con su mirada de Rayos X e inaugura el Materialismo Dialéctico como herramienta de análisis de la sociedad y la Historia y el Marx mediocre que pronostica el advenimiento de una nueva sociedad tan utópica como los socialistas utópicos que el despreció. Imagino que hasta un mismisimo Marx chochea.

El pronóstico y los ideales de Marx, puestos en práctica desde 1917, fallaron estrepitosamente porque el filósofo basaba toda su ingenieria social en que una sociedad guiada y tutelada bajo el Socialismo Real daría a luz un nuevo hombre que se guiaría por el principio de solidaridad y dejaría atrás el embrutecimiento capitalista.

En defensa de Marx, podemos argumentar in extremis que nunca se conculcaron realmente aquellos principios comunistas ya que nunca se abandonó la supuestamente transitoria fase de la Dictadura del (algunos) (Ex)Proletario(s) pero lo cierto es que Marx como antropólogo dejaba algo que desear al ver en la naturalezas humana un potencial de bondad y de conciencia colectiva que pudiera inspirar la organización social. Su visión no obstante ha dejado ese poso permanente de empresarios=capitalistas=malvados frente a trabajadores=proletarios=honrados, cuando al final lo que nos encontramos es a hombres frente a hombres ocupando eso sí y desempeñando distintos roles sociales, que esos si que pueden tener un mayor o menor grado de perversidad.

Todo este rollo viene para comentar la noticia de que varios trabajadores de baja médica simultánea están colapsando el funcionamiento del mayor aeropuerto de España. En principio, parece que se descarta un repentino brote epidémico así que se puede afirmar que la baja es pero que muy sospechosa dado que existía un conflicto laboral. Sólo espero que las autoridades estén investigando porque además parece que estas "huelgas camufladas" se están convirtiendo en una práctica preocupante.

Estos trabajadores ni cortos ni perezosos han decidido echar por tierra años de conquistas sociales y degradar el derecho a la huelga (Una maniobra legítima de protesta) , el derecho a la baja remunerada por enfermedad y encima fastidiar a miles de usuarios. Todo en un solo día.

Lo del cálculo del momento no es baladí ya saben que las huelgas hoy en día en los servicios públicos se hacen o para joder a cuanto mas usuarios sea posible para fin de forzar a una negociación más ventajosa. Como ven, otro ejemplo de la conciencia de clase y solidaridad social.

A mi por supuesto, el derecho a huelga me parece algo irrenunciable pero también debe verse acompañado de una capacidad de despido por parte del empresario o del Estado. Creo que es lo único que puede producir un equilibrio de fuerzas y como saben este no es el caso de la Administración Publica. Si los trabajadores tienen derecho a huelga, creo que también es lícito que el Empleador pueda proceder a despidos sino evidentemente la capacidad de negociación del Estado, que les recuerdo, pagamos entre todos siempre estará en desventaja.

Al final lo triste es ver como el interés corporativo , el de los jueces, de los pilotos, de los controladores, acaba triunfando indefectiblemente sobre el interés general. Parece que estemos involucionando, ya no hay una conciencia de clase trabajadora industrial sino que estamos alcanzando el anterior estadio medieval de conciencia de gremio. Con un poco de suerte si seguimos para atrás, a lo mejor llegamos a la Res Pública de los Romanos.

Ps: Vean como Reagan lidió con una situación similar aunque diferente en escala
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1 comentario:

Mycroft dijo...

Yo si tiene que haber desequilibrio, a favor del trabajador.
A pesar de los abusos. Aunque haya trabajador muy hijoputa. O del corporativismo.
A veces la huelga no es solo un derecho sino sobre todo un deber, cuando la linea que se esta defendiendo, una vez cruzada, puede afectar a más y más gente.
En cuanto a los jueces, es delicado. No existe independencia judicial, pero un régimen disciplinario más riguroso, dependiente en su aplicación de un órgano nombrado por el Gobierno, como se esta pidiendo, sería dinamitar la poca que hay.
Dejarlo todo como esta tampoco parece buena idea.