viernes, 29 de octubre de 2010

Ser Alicantino, hiede.

Es una buena noticia comprobar que Alacanti ha decidido salir de su hibernación, la mala es que visto lo que ha visto ha decidido volverse inmediatamente a la cueva. Y es que la que está cayendo en nuestra comunidad valenciana supera y desafia todos los principios de higienes mínimos que deben existir en ética y en política. Pero eso no es lo peor, que todas nuestras instituciones se hayan convertido en el Ayuntamiento de Marbella es muy grave, pero lo que ya deviene insoportable es que los ciudadanos acepten con total naturalidad que esto ocurra y no tenga tipo de consecuencias. Y sí efectivamente es la infalible (sic) democracia la que habla. Quizás por eso algunos nos planteemos que ya el hedor es insoportable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es siempre un honor ser enlazado desde su blog.

Mycroft dijo...

Tengo la teoría de que ser valenciano, y en cierta medida ser español, merced el fatalismo patrio que no tan el fondo domina el aparente carácter abierto y jovial, es sobre todo una herida y un dolor, una paradoja y un poco una mácula, una agridulce desazón.

Y tengo la absurda teoría de que mucho de la política de hoy en la Comunitat se explica porque nunca hemos superado del todo el populismo blasquista. Vivimos desgraciadamente en el postblasquismo como otros viven el postthatcherismo o el postperonismo.