jueves, 21 de octubre de 2010

La Posta

No se esfuercen en buscarme que yo no estoy en esta foto que recupero de un colega y donde se puede ver a la juventud allá a principios de los 90 dándolo todo. Pero no son ellos el motivo de la publicación de esta foto (que también). Si miran detrás de los chavales y detrás del bólido podrán ver el legendario Bar La Posta ( O creo que es porque ya la memoria me falla), toda una institución, al mismo tiempo que tugurio, de la cultura urbana local

Comenta con acierto uno de los integrantes de esta banda que ahora con el tiempo, todo el mundo confiesa que iba con regularidad a ese bar cuando a él solo le suenan los 4 de siempre. Es un poco lo que decía Alaska sobre la movida madrileña que si todo el mundo que dice que iba a ver a los Pegamoides fuera verdad, habrían llenado estadios. Si todos los que decimos que ibamos a la Posta fuera verdad, posiblemente habría sido una macrodiscoteca.

Yo sin ningún afán de protagonismo reconozco que si fuí pero disfrazado de grunge y con una actitud algo distante al entorno donde para que negarlo me costaba no sentirme intimidado ante la basca metal-power y punk-chaos.

Batallitas aparte. Un gran bar que forma parte de la historia sentimental de quizás no tantos y tantos alicantinos pero sí de unos buenos cuantos.

7 comentarios:

Pedro Mas dijo...

Tío, tío....TÍO!!!

De dónde has sacado esa foto? Y los conozco, a todos, joder qué tiempos!! Yo sí que iba a la Posta, y no eramos 4 como tú dices, el bar era pequeño pero cabíamos muchos apretados. :)

Alex dijo...

Y el coche?...
No dices nada del COCHE?!!!!

Pedro Mas dijo...

Un Passat?

Pedro Mas dijo...

Yo en aquella época iba en un 8 y medio. Los Passat eran de jefes.

Anónimo dijo...

cuanto daño han hecho lo ramones...

Borja dijo...

¿Por dónde quedaba esto? En mi generación (que tampoco está tan lejos, pero estas cosas cambian tanto que 6 o 7 años ya son un mundo) esto pasa con el Ruta66 de la Zona...

Paolo2000 dijo...

Estaba en la Zona, en la calle Rafael Terol... Pero la clave era el callejón-pasaje que se abría delante del bar que era digno de The Warrios...