lunes, 1 de junio de 2009

El mileurismo y los remotos sueños de la Generacion X


Hace poco un amable caballero me pasó un link del documental Call of the Wild que era una aproximación a la figura de Cristopher McCandless sobre el cual algún día os daré la murga. El documental pese a ser un claro ejemplo de documentalismo fallido e involuntario (Quiere hablar de una cosa, acaba hablando de otra pero por el camino acaban surgiendo ideas interesantes) , recoge alguna nostalgica reflexion sobre la Generacion X. Aquellos jóvenes nacidos en la primera mitad de los 70 que a principios de los 90 declaraban rechazar la epidemia de materialismo Yuppie y sucedaneos de los 80 y decidían resignarse a una vida mas frugal y bohemia. El estereotipo se podría resumir en Cuchitriles, trabajos a tiempo parcial y marihuana Vs Lofts hi -tech, adicciones al trabajo y cocaina.

Culturalmente este movimiento tuvo su expresión en el neohippismo grunge donde grupos del Noroeste Americano reciclaban el rock de los 70 con buenas dosis de ardor punk y algunos ideales de rechazo light a la sociedad convencional. El impacto epidermico, estético y mediático fue enorme pero a nivel ideológico no trascendió aparte del culto a unos cuantos grupos de Seattle y algún despistado lector de las novelas de Douglas Coupland o los cínicos comics de Hate, sin embargo el término Generacion X prosperó aunque sólo como una etiqueta mercadotécnica más. Nos quisieron vender el cíclico desencanto generacional de los adolescentes occidentales como una auténtica mutación cultural. Efectivamente no eramos tan especiales.

Ayer en El País publicaron un descorazonador artículo sobre el fin de las clases medias y alertaban sobre el advenimiento de una dualización de la sociedad entre unas reducidas clases altamente productivas y nueva clase amorfa empleada en el sector servicios que vendría a tener a los mileuristas como su mayor exponente. Una clase que sí, consume, viaja y disfruta de cultura pero todo pasado a través de un filtro low cost. Es decir, tiene un piso en el centro pero compartido, disfruta de contenidos pero no paga por ellos (P2P), viaja pero en Low Cost, compra ropa pero en H&M, los muebles son de IKEA, etc... Los viejos ideales de la clase media de tener una casa en propiedad, un buen coche y un apartamento en la playa pasan a mejor vida.

Todo este fenómeno tiene su causa y sus consecuencias retroalimentándose de forma continua. No es que los jóvenes hayan renunciado a una vida de "calidad" sino que el mercado laboral con el desplome de las industrias europeas y el raquitico desarrollismo del sector servicios nos ha llevado a las nuevas generaciones (sic) hasta aquí , y al final efectivamente todo este consumo low cost, gracias al cual se ha podido extender ropa, ocio, etc... a amplias capas de la población, genera precisamente un empleo low salary. No podía ser de otra manera.

¿ Pero es esto necesariamente malo ? ¿ No concuerda con algunos de los ideales que la Generación X dijo tener en su día ? ¿ O como el sarampión es una cosa que a partir de los 30 se pasa ? ¿ Estamos algunos seguros que seríamos más felices como orgullosos trabajadores de la industria manufacturera con nuestros horarios fijos, nuestros turnos rigurosos, nuestros empleos de por vida y nuestro mes de vacaciones al año ? El problema radica en que dejando de lado idealismos bohemios , parece que con la extensión de estos empleos discontinuos y sueldos exiguos, nuestro Estado del Bienestar y sus beneficios, posiblemente el rasgo más caracterítisco de la sociedad europea actual , pueda tener sus días contados.

5 comentarios:

Bárbara Paraula dijo...

Bueno Paolo, comenzar hablando de la generación x, seguir por la cultura low cost y el mileurismo y terminar por la ruptura del Bienestar Social y la dualización de las clases sociales. Todo a la vez...........

No me empasta. Algún día con un poco más de tiempo vengo y te desarrollo más el porqué.... pero de la dualización se hablaba ya antes de la existencia de la generación x. Y que el país saque la ruptura del Estado de Bienestar Social ahora no me parece más que un artículo de oportunismo político que una realidad.

Un beso

Paolo2000 dijo...

Gracias x el comentario, yo soy el primero que reconoce que todo esta tirado de los pelos, uno que a veces se pone guadianesco, veo un documental de una persona que se pierde en Alaska y certifico el fin del Estado del Bienestar.

Basicamente queria exponer algunas ideas:

El mileurismo contemporaneo con ese acceso ilimitado y semigratuito a la cultura (internet), el poder viajar de forma asequible (ryanair), la existencia de trabajos discontinuos con posibilidad de estacionalidad, formaban parte de algunos de los ideales de aquello que se vino en llamar Generacion X. Pero tengo claro que aquello era un ideal marginal y que a la mayoria de la gente no le puede parecer precisamente una utopia de way of life. Esa coincidencia entre el quejido mileurista y ciertas aspiraciones solescentes me han producido el clic para hacer el post

Lo de la dualizacion (vinculado a la desindustrializacion de nuestras economias y al nacimiento de una oferta de servicios precaria) si que creo que esta llevando involuntariamente al mileurismo a muchos ciudadanos, lo cual puede suponer una bajada de renta colectivas que van a suponer un stress extra a nuestro Estado del Bienestar y que finalmente lo relaciono con nuestra conversion de clase trabajadora con acceso limitado al consumo a consumidores de servicios low cost, productos manufacturados importados de la periferia y comida barata fruto de la hiperproductividad de nuestro campo. Esta democratizacion del consumo se ha hecho a expensas de una clase trabajadora que ahora en areas muy concretas ha dejado de ser competitica y de ahi volvemos al tema dualizacion y archipielagizacion social (Toma ya!)

En fin, nada, cosas mias...

Bárbara Paraula dijo...

:)
Está muy bien, no me tomes a mal, jajaja, me gusta escucharte relacionar cosas.

¿Sabes? para mi la generación x no era la que se oponía a la yupie. No sabría como definirla... ¿recuerdas a Winona Ryder en aquella pelicula, REality bites?. Quizás eran aquellas personas, quizás éramos nosotros, hijos de una democracia que no vimos nacer, que la dimos por hecha, de un estado de Bienestar que también. Un poco nihilistas, un poco descreídos, sin ningún fin conjunto por el que luchar. Nunca se me habría ocurrido relacionarla ocn la cultura low cost.

Un saludo Paolo.

Paolo2000 dijo...

Ok, ya veo por donde vamos. Ambos hablamos de aspectos distintos pero basicamente de lo mismo. Ciertamente yo he pasado por alto aquella desideologizacion politica que tambien se atribuyo a la Generacion X y si que me he fijado mas en el rechazo de unos valores materialistas y de estatus, posiblemente lei demasiado a Douglas Coupland !

Mycroft dijo...

Para empezar, diría que la misma apatía y desorientación se cernió sobre la generación posterior, pero de una forma más inconcreta, sin generar actitudes transformables en un cliché generacional o en una filosofía de vida concreta.
Los jóvenes que crecimos en los 80 posmodernos de la conversión de la tecnologia vintage a la era de la información, fuimos una generación de tránsito, y creo que lo seguimos siendo. Los últimos adultos del siglo XX.
El peligro del Estado del bienestar como matriz cultural en la que crecimos es evidente, pero no lo relaciono con aquella generación precedente a la nuestra, que surgieron por reacción.
En el fondo la nuestra es una generación más consciente, más adaptable, más desencantada, menos proclive al pensamiento naive, pero más dispuesta a jugársela por los retos que tenemos delante.
No tenemos antihéroes, estamos enfermos de duda, de ironía, deindiferencia, pero también de una conciencia no de clase, sino de los fallos del sistema global, mucho mejor articulada en una tupida red de movimientos sociales, y una clara conciencia de los mecanismos de manipulación e inercia del propio sistema, no nos refugiamos en un ideal en el fondo autista de aislamiento en la dimensión X del neohippismo de los 90, en el fondo tan egocéntrica y evasiva como su predecesora.
Tal vez, en el fondo, siempre se trate de lo mismo. sobrevivir a los tiempos que nos tocan en suerte.