Concluye hoy un bienintencionado diario "El País" que la reforma laboral naufraga. Que ni crea empleo ni reduce el paro. Imagino que este es uno de esos titulares cocinados para trasladar una imagen de ineficacia hacia el Gobierno. Pero no nos engañemos. La reforma laboral funciona. Su propósito es purgar el mercado laboral de sueldos pre-crisis, antigüedades vetustas e indemnizaciones cuantiosas.
Con las nuevas facilidades de despido objetivo y la posibilidad de acogerse a muy beneficiosos EREs las empresas están limpiando sus plantillas para volver a contratarnos con sueldos un 40% más bajos y ya desprovistos de cualquier prebenda de "ancien regime" laboral.
Ese es el plan de Rajoy. Hacernos ganar competitividad vía devaluación de salarios lo cual por supuesto va a crear una debacle de nuestra demanda interna (Mejor, consumiremos menos y mejoraremos la balanza comercial) y un empobrecimiento generalizado (Nos obligará a aceptar sueldos pauperrimos y condiciones draconianas). Y sí, claro, el paro bajará (La emigración y el desanimo surtirán efecto)
Esta es la España S.A. en la que nos estamos convirtiendo: una fabriquita low cost, un chiringuito mediocre donde timar turistas. Esa es la Estación Término del final de esta crisis que supondrá la consagración de España a la semi-periferia Europea.
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