"La invasión de los ultracuerpos" o "Los ladrones de Cuerpos" fue una pequeña novela de Jack Finney que se publicó en los años 50 a través de una de las típicas revistas de relatos de ciencia ficción. Lo que en principio sólo debía haber sido una pequeña fábula pulp acabó convirtiéndose, gracias al cine y a la televisión, en un referente clásico de la ciencia ficción -- no menos pulp -- que se ha venido cíclicamente reciclando y actualizando en las distintas décadas. Pero dejemos de lado hoy subsecuentes adaptaciones y centrémonos en la novela que sin duda incuba lo esencial del relato y que se podría resumir en el inolvidable e histérico grito de : "They are here ! They are here!"
El argumento, que se repetirá sistemáticamente en todas las adaptaciones con mayor o menor respeto, es sencillo. En una pequeña población norteamericana, se empiezan a producir diversos casos psiquiátricos de gente que cree que alguno de sus allegados o familiares han sido reemplazado por una copia idéntica de esa persona pero algo ha cambiado y ya no son esa persona que eran antes. Gradualmente se va descubriendo que una extraña especie de plantas alienígenas ha llegado a la tierra y dedican a clonar y parasitar a los humanos y convertirlos en unos replicantes deshumanizados, carentes de emociones que comienzan a conspirar para establecer la dominación extraterrestre.
La historia en el libro incuba uno de los subtextos que más maquinalmente se han repetido sobre este relato: La ídea de que todo el cuento sea una metáfora de la paranoía anti-comunista de los años 50 ante la sospecha de que el país estaba siendo infiltrado por células durmientes soviéticas con el fin de precipitar la caída del capitalismo e imponer la feroz y antihumanitaria dictadura del proletariado. (En realidad la paranoía anticomunista estaba fomentada por la propia administración norteamericana que así podía ejercer un justificado control sobre el mundo de la cultura norteamericana. No es de extrañar que hasta esa interpretación de la película quedará fijada como standard)
Esta puede ser una interpretación válida pero se ha llegado a constituir como la metáfora oficial y como bien indica la edición norteamericana con introducción de Richard Gid Powers( Este libro sólo fue publicado en España en 2007 a raíz del estreno de "Invasion" (2007) en una edición bastante exploitation con Nicole Kidman en la portada) el autor tenía en mente más la deshumanización de las grandes ciudades frente a las pequeñas comunidades o la inmigración y la amenaza de la asimilación que plots de películas de espías. De hecho, una vez abandonada la década de los 50, el tema de la deshumanización será central en las siguientes interpretaciones y se abandona ya cualquier factor puramente político por unas lecturas más éticas y antropológicas.
La novela merece la pena leerla pero siendo sinceros no deja de ser una obra menor. Sólo en 1956 con el estreno de la primera adaptación y sus muchísimos aciertos conseguirá establecerse la amenaza (¿ o bendición?) de las vainas como uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción. ¿Están preparados para no conciliar el sueño?
El argumento, que se repetirá sistemáticamente en todas las adaptaciones con mayor o menor respeto, es sencillo. En una pequeña población norteamericana, se empiezan a producir diversos casos psiquiátricos de gente que cree que alguno de sus allegados o familiares han sido reemplazado por una copia idéntica de esa persona pero algo ha cambiado y ya no son esa persona que eran antes. Gradualmente se va descubriendo que una extraña especie de plantas alienígenas ha llegado a la tierra y dedican a clonar y parasitar a los humanos y convertirlos en unos replicantes deshumanizados, carentes de emociones que comienzan a conspirar para establecer la dominación extraterrestre.
La historia en el libro incuba uno de los subtextos que más maquinalmente se han repetido sobre este relato: La ídea de que todo el cuento sea una metáfora de la paranoía anti-comunista de los años 50 ante la sospecha de que el país estaba siendo infiltrado por células durmientes soviéticas con el fin de precipitar la caída del capitalismo e imponer la feroz y antihumanitaria dictadura del proletariado. (En realidad la paranoía anticomunista estaba fomentada por la propia administración norteamericana que así podía ejercer un justificado control sobre el mundo de la cultura norteamericana. No es de extrañar que hasta esa interpretación de la película quedará fijada como standard)
Esta puede ser una interpretación válida pero se ha llegado a constituir como la metáfora oficial y como bien indica la edición norteamericana con introducción de Richard Gid Powers( Este libro sólo fue publicado en España en 2007 a raíz del estreno de "Invasion" (2007) en una edición bastante exploitation con Nicole Kidman en la portada) el autor tenía en mente más la deshumanización de las grandes ciudades frente a las pequeñas comunidades o la inmigración y la amenaza de la asimilación que plots de películas de espías. De hecho, una vez abandonada la década de los 50, el tema de la deshumanización será central en las siguientes interpretaciones y se abandona ya cualquier factor puramente político por unas lecturas más éticas y antropológicas.
La novela merece la pena leerla pero siendo sinceros no deja de ser una obra menor. Sólo en 1956 con el estreno de la primera adaptación y sus muchísimos aciertos conseguirá establecerse la amenaza (¿ o bendición?) de las vainas como uno de los grandes clásicos de la ciencia ficción. ¿Están preparados para no conciliar el sueño?
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