Ser Alicantino... ¿Duele? Pues va a ser que sí.

Flanqueado por los insignes Morgan Fitz James Jr y Elkiko pude asistir a la charla "Ser alicantino duele" que si bien el título a priori me instó a poner los interrogantes, a la salida me quedó bastante claro que, como ellos habían hecho, aunque suavizado luego en la promoción del evento, se podían poner hasta exclamaciones: !Duele!

La premisa fundamental de la charla venía a decir que Alicante es una ciudad que no por extrañas conjuras o invasores ajenos, sino por el propio carácter de sus gentes ( El famoso menfotisme) ha dedidido hacer gala de un particular y perverso carpe diem colectivo que se caracteriza por ignorar nuestro pasado y despreocuparnos completamente de nuestro futuro. Esto tiene un impacto en nuestra ciudad que no es sólo ya urbanístico, sino ambiental, social, cultural y simbólico.

Recuerdo una vez un artículo de Cerdán Tato que teorizaba también sobre el carácter alicantino y el lo achacaba a que Alicante era la ciudad más provinciana de España y no lo decía en el sentido coloquial, sino en sentido literal. Alicante había sellado su particular pacto con el diablo y habría decidido sacrificar su identidad a cambio de convertirse en una capital administrativa de provincia con los beneficios que eso conllevaba: administración, funcionarios, poder regional, etc... Vale, de acuerdo, es una forma un poco poética y romántica de enunciarlo pero algo de verdad encierra y posiblemente es algo que se aplique a todas las capitales de provincia, esas pequeñas plazas que no llegan a ser cosmopólitas pero trascienden de si mismas y se convierten en pequeñas tierras de nadie con la llegada de las administraciones del Estado. Alicante quizás sea una más pero se ha entregado a este fenómeno con entusiasmo y ayer en la charla se pudo comprobar: patrimonio abandonado, deterioro ambiental urbano, desfiguraciones urbanísticas, personajes olvidados, ignorancia de nuestra historia, etc... Aunque eso sí, mucho folklorismo , mal o bien entendido, de eso que nunca falte...

Sin duda lo que más me gusto, fue el acertado mensaje de recalcar que la misión de Alicante Vivo no es congelar la ciudad ni obsesionarse con el proteccionismo o conservacionismo romántico .Las ciudades como las sociedades deben evolucionar y para ellos lo acuciante no es recuperar la memoria de lo que ya casi hemos perdido, que también algo hay, sino que apreciemos lo que ya tenemos hoy y no nos dejemos llevar por un continuo ciclo de desprecio de lo que nos rodea. Y esto va más alla de quejarse en la mesa de café y en los foros, el único cauce efectivo pasa por una acción ciudadana que acabe cristalizándose en la política local. Espero que iniciativas como ésta acaben por poner en el tapete lo que verdaderamente es interesante en las Elecciones Municipales y no lo que dicte la editorial del periódico de madrid , la emisora nacional o el portal de noticias de turno.