lunes, 29 de junio de 2009

La soledad del deportista de élite.



"In the beginning, when we were losing..."


No suelo hablar mucho de futbol más que nada por ignoracia propia y, entiendo, que falta de interés ajena en lo que yo pueda decir al respecto. Sin embargo, no me resisto a reseñar la entrevista a Fernando Torres que salió ayer publicada en El País que demuestra que a veces hay señales de vida en el planeta Futbol más allá de los topicazos. No tienen desperdicios sus comentarios, sobre todo los referentes a su agobiante periplo semidivino por su Atlético de Madrid del alma, cuando con 18 años le tocó ser Capitan y echarse a toda la afición y años de historia a sus espaldas, mientras el equipo se caía a trozos en la decadencia final de la Hégira Gil, cuyas ruinas deportivas e institucionales podemos ver aún hoy en día.
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Aunque realmente, ¿Qué más daría que Fernando Torres fuera tan autista como Messi o tan previsible como un Raul si cuando está en el campo es capaz de llevar el deporte a otro nivel ? Cómo decía el difunto Foster Wallace o John Carlin sobre Messi , ¿ No es ese otro tipo de inteligencia especializada que va más alla del academicismo standard y que también debe ser valorada? ¿ No requiere unas cualidades que van más allá de las meramente físicas y que trascienden el topicazo del pedazo de carne deportista con portentosas habilidades pero intelectualmente nulo ? ¿ No existe un trato despectivo ( Y soy yo el primero que entona el mea culpa que en el parrafo anterior ya hablo de vida inteligente midiendo declaraciones) ante ciertas estrellas del deporte que les exigimos aparte de un rendimiento deportivo sobrehumano una capacidades de expresión y RRPP ? A mí esa veces estos deportistas me recuerdan al personaje de Dustin Hoffman en Rainman. Personas con talentos ultraespecializados y consagrados a la competitividad absoluta a los que luego encima les exigimos un savoir faire público inalcanzable para muchos. Imagino que el atocinamiento al que estos señores se ven sometidos por las muchas capas y entornos que les rodean, muchos parasitarios, (Familia, managers, agentes, clubs, empresas, fans, etc... ) no debe ayudar tampoco mucho a evaluar con justicia a estos personajes.
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Esto que digo no es óbice para que un deportista nos caiga mal, de hecho existen miles de insoportables ejemplos que ilustran y avalan estos sentimientos. Pero lo dicho, quizás sea injusto despreciarlos por sus desafortunadas declaraciones o actos públicos y no tanto por lo que hacen en un campo, terreno de juego o circuito (Ok, vale, estoy pensando en mi detestado Fernando Alonso). Lo que esta claro es que este es un problema más que deportivo, como ya hemos dicho en algun otro post, de la prensa deportiva. Es evidente que no son pocos los intereses de la Industria Auxiliar del Deporte, a cuyos residuos y subproductos tóxicos nos vemos sometidos e irradiados a diario inevitablemente en quioscos, televisiones, ondas de radio y todo tipo de webs.

3 comentarios:

Elkiko dijo...

Bueno, la verdad es que comparto contigo la falta de interés por el fútbol, pero es innegable que se da en ese deporte y en otros (cuanto más de masas peor), el mismo fenómeno que en otros campos donde el número de seguidores es más o menos importante: la obsesión de saber más y más sobre su vida privada, sus gustos, su forma de hablar o cualquier otra cosa que se les ocurra al margen de las virtudes deportivas. Es decir: los fans mueven montañas y las publicaciones deportivas, son un negocio como cualquier otro y les dan lo que aquellos piden, con tal de vender.

Anónimo dijo...

Por lo menos el post no ha sido sobre clan matamorros..

Paolo2000 dijo...

Donde dices Matamoros, debemos entender Caminero...