Reyes Magos: Conspiranoia de la buena

En el muy recomendable cómic "El arte. Conversaciones imaginarias con mi madre" aparte de ilustrar con clarividencia muchas de las cosas que todos intuimos pero no nos atrevemos a decir sobre "esa cosa llamada arte", el autor Juanjo Sáez alzaba como ejemplo de arte espontáneo y supremo, el "happening" colectivo que supone celebrar la Noche de los Reyes Magos, donde por un día familias, autoridades, medios de comunicación, etc... parecen ponerse de acuerdo subretipciamente para dar la bienvenida a sus Majestades en todas las ciudades y hogares de España.

A mi no deja de emocionarme ver a un locutor de un telediario como aparca todas las miserias del día y se dedica a informar solemnemente de la llegada de los Reyes en helicoptero. O que calles de todas las ciudades de España sean tomadas por unas misteriosas cabalgatas. O que cualquier conversación con un niño implique ajustarse automáticamente a un guión pactado generación tras generación.

No obstante, permítanme la licencia poética y conspiranoica, creo que nuestra conspiración encierra otra conspiración. La de millones de niños que son conscientes de la impostura pero les entristece privar a los padres de su fe en la inocencia suspendida de sus hijos. O quizás simplemente los tiernos infantes tengan miedo de que si muestran escepticismo pasen a ser considerados como adultos y condenados a recibir los tristes regalos de adultos: las colonias, las corbatas, los guantes y bufandas, etc... Y eso sí que es aterrador y no lo del carbón.

Disclaimer: Considero empíricamente imposible que un niño se lea este post, no por supuesto por falta de capacidad sino por interés, así que espero no estar rompiendo de facto ninguna regla Navideña.