jueves, 5 de abril de 2012

La Guerra contra la Juventud


Imprescindible artículo sociológico de Esquire  en el que pone de manifiesto que en las sociedades occidentales la gran lucha ya no es de clases sino generacional. No puedo estar más de acuerdo. El texto se centra en la sociedad norteamericana e incluye estadísticas escalofriantes pero bien podría valer para España. Resumiendo, vivimos en un país donde ciertas capas de la población acceden a prejubilaciones de oro o cuando menos holgadas y merecidas pensiones mientras el paro juvenil supera el 50%. La fractura social es total.

Por un lado, esto no debería ser una sorpresa. El sistema está diseñado para que ocurra exactamente esto. La gente trabaja, cotiza y después disfruta de una pensión. Sin embargo la pirámide poblacional se está rombizando y por la parte baja de la misma, este esquema ya no está funcionando. Estamos llegando a un extremo donde los jóvenes  no dejan de encontrarse dificultades y precarización absoluta mientras la mayoría de los pensionistas y jubilados viven de una manera bastante relajada. ¿Es esto sostenible? 

Pues electoralmente sin duda. Hace poco Rajoy garantizaba que nunca iba a bajar las pensiones cuando yo creo que dada la gravedad de la situación urge una reforma del sistema que por supuesto nadie va a acometer. Las pensiones son tabú y abrir esa Caja de Pandora sería un suicidio electoral. 

Y que me dicen de los absurdos privilegios de los pensionistas generalizados así por defecto: transporte, descuentos, viajes Imserso, etc... A mí todo eso me parece muy bien pero no deberíamos distinguir entre niveles de renta. ¿Es lo mismo un pensionista con una renta mínima que un profesor jubilado con su pensión completa o ya exagerando un ex-directivo de banca? Evidentemente no.

Pero lo grave es que esta gerontocratización de la sociedad se observa en nuestros lideres políticos con esos Rajoy y Rubalcaba que llevan en política desde no sabemos cuando. No hay recambio y movimientos como el 15M aunque sin duda de gran valor sociológico y cultural no tienen repercusión operativa. Todo parece estar atado y muy bien atado.

A los jóvenes los condenamos a ser un nicho de mercado pre-ciudadano (Paro juvenil, convenios draconianos, dificulta de acceso a la vivienda, imposibilidad de formar familias, una educación nominal...)  donde sí puede disfrutar de mucho tiempo y de un ocio low cost impensable hace una década pero que conforma unos cimientos endebles e inestables para la construcción de eso que se ha venido en llamar pacto social. No se extrañen que algunos se acaben cabreando.


1 comentario:

Don Nadie dijo...

Interesante reflexión Pablo, totalmente de acuerdo, el sesgo comienza a ser cada vez más pronunciado, la fractura es evidente, sin embargo la respuesta de esta juventud que apuntas es todavía hoy tan endeble y su actitud tan pusilánime que no sé...impaciente de algún modo por verles/vernos reaccionar más allá de los Falansterios del 15M.