viernes, 14 de agosto de 2009

Drag us to Economic Hell


Otra forma de entender el panico bancario

Cualquier obra cultural suele reflejar de una manera u otra los tiempos que corren (Perogrullada nº 1) y en particular el cine fantástico y de horror, por su propia naturaleza, suele ser un vehículo idóneo para recoger los miedos y amenazas que asaltan a nuestras sociedades. ¿Que mejor define una época que sus intensos miedos y paranoias ? Existe una fuerte tendencia a analizar y diseccionar en clave sociológica las películas de ciencia ficción, fantasía y terror , que suelen ser siempre presa de todo tipo de interpretaciones, a veces obvias, otras tiradísimas de los pelos. ¿Cuantas veces habrán oído lo de Godzilla y Japon y su paranoia nuclear ? ¿ O las vainas de los Ultracuerpos y el Anticomunismo ? ¿ O Cloverfield y el 11S? (Si quieren ver un caso extremo de sociología pret a porter les recomiendo la lectura de Monster Show de David Skal donde se plasma una historia del horror analizando muchas películas bajo este prisma) Los monstruos suelen proyectar una sombras que no sabemos si son producto, voluntario o involuntario, del autor o si bien somos nosotros los que le damos esta interpretación.

Arrastrame al Infierno aparte de ser la vuelta a las andadas del Raimi más desvergonzado y divertido tras su empleo a tiempo completo en la aburridisima franquicia de Spiderman, nos ofrece una de esas lecturas pseudosociológicas que a algunos nos pirran tanto. Y dirán ¿ No pueden limitarse a disfrutar de los sustos cubiertos de esputos y bilis como cualquier espectador ? Pues la verdad es que no y mira que la película es un no parar. La sinopsis es bastante simple, una empleada de banca niega un aplazamiento de su hipoteca a una anciana gitana que en venganza le lanza una maldición que desencadena un horripilante crescendo de infortunios y no les cuento el final.

La ironia es clara . El horror se desencadena en un establecimiento financiero ante un deshaucio inmobiliario por impago de una hipoteca ¿Antes el Mal no surgía siempre de alguna instalación militar ? ¿ En algún laboratorio secreto? ¿ O en un castillo ? ¿O se incubaba en alguna iglesia gótica ? En nuestros días, el apocalípsis reside y surge en la anodina Banca y tienen como máxima expresión esas hipotecas que no dejan de ser el equivalente contemporaneo de maldición de por vida y si me apuran casi intergeneracional que pueden acabar pagando hasta tus hijos.

Mecanicamente y por puro acto reflejo uno empatiza con la protagonista, la empleada de banca, pero el espectador con quien debería identificarse, no es con otra que con la gitana . Como ella , la mayoría maldecimos a la banca entre dientes, sólo que a ella las fuerzas ocultas parecen responderle con mayor contundencia. A los bancos, nuestras inofensivas letanías acompañadas por los cuantiosos fondos estatales y las ayudas millonarias, les parecen francamente soportables.


2 comentarios:

Elkiko dijo...

Siempre es un placer leer tus magníficas argumentaciones, pero: piiiip! porque es un error decir que la banca es anodina. Los banqueros siempre, desde los incios d elos tiempos, han dominado el mundo y ahora es cuando más cercanos están al hombre normal y corriente, aunque lo que les ha caracterizado siempre es la discrección y el pretender estar en segundo plano. Pero la verdadera importancia, el verdadero drama, está en el día a día, en el trato con los clientes. Ahí es donde está la chicha del asunto.

Paolo2000 dijo...

!Polemica ! ! Bien ! Pensaba que todo el mundo estaba dormido ! No, te entiendo pero realmente cuando digo "anodino" no me refiero al rol de la banca que todos sabemos a que nos atenemos sino a que es es un escenario "anodino" para una pelicula de horror por eso mencionaba lugares mucho mas tetricos aunque hoy en dia cualquier castillo del carpatos da risa frente a una oficina del inem, o una oficina bancaria realmente...